Etapa 1 - de 0 a 4 meses:

Durante el primer mes de vida, sólo la lecha materna o la leche de fórmula está adaptada al sistema digestivo de tu bebé y es ampliamente reconocido que la leche materna es el alimento ideal para el bebé.

Etapa 2 - de 4 a 6 meses:

En esta etapa, la leche constituye el principal alimento en la dieta del bebé aún cuando su sistema digestivo está mas o menos suficientemente desarrollado para aceptar otro tipo de comida en lugar de la leche. Alrededor de los 5 meses, el bebé puede ingerir alimentos semi-sólidos gracias a que empieza a mover y coordinar la lengua. No dude en consultar a su pediatra cual es el mejor momento para la introducción de alimentos sólidos.

Etapa 3 - de 6 a 8 meses:

A los 6 meses, el bebé empieza a mastiar , aún incluso, sin tener todavía dientes. En esta etapa de la vida, es cuando empieza realmente la diversificación de la dieta. Poco a poco, puede ayudar al bebé a descubrir nuevos sabores y texturas. La cantidad de leche disminuye con la introducción de otros tipos de comida.

Etapa 4 - de 8 a 12 meses:

La dieta es mucho más diversa y la cantidad de comida sólida o semi-sólida ingerida por el bebé ha incrementado. Ud. puede empezar a darle a su bebé comida en trocitos pequeños.

Etapa 5 - desde los 12 meses:

Ahora su bebé es capaz de masticar e ingerir pequeños trocitos de comida. Pero hasta los 3 años, las necesidades del bebé son muy específicas. Por ejemplo, es recomendable continuar con una leche de continuación durante este periodo. Su pediatra puede ayudarle a adaptar la dieta del bebé a sus necesidades.

Notas Importantes

¿Qué es un parto respetado?


Todas las actividades que se realizan en el marco de la Semana del Parto Respetado están vinculadas a la concientización acerca de los derechos de las mujeres a la hora de dar a luz, y la importancia de garantizar nacimientos seguros, naturales y durante los cuales la madre goce de absoluta libertad. El parto respetado es un parto donde la prioridad es la libertad de movimiento y postura, respetando la fisiología femenina dando el tiempo que necesite para el nacimiento.
Cuando hablamos de humanizar estamos hablando de la necesidad de devolverle al nacimiento su verdadero sentido, protagonizado por la mujer que pare, el hijo/a que nace y el hombre que acompaña, respetando los tiempos de la naturaleza que son distintos en cada mujer, y cuando los verdaderos protagonistas viven este momento con la entrega que se requiere, la intervención de las/os profesionales, será solo de acompañar sin intervenir.
Dar a Luz plenamente es posible si le devolvemos a la mujer la seguridad perdida, preparándola para un nacimiento en un lugar que ella escoja y que le de seguridad, rodeándola de un ambiente cálido, acompañada por las personas que forman su núcleo de amor y amistad y dejándola asumir la tarea de acuerdo a sus creencias y necesidades.
La institucionalización de los partos ha hecho que se sistematicen una serie de controles y procedimientos sobre la mujer y el bebé sin evaluar el estado de salud de cada individuo y sus necesidades particulares, transformándose en rutinas; que suelen ser molestas, dolorosas y potencialmente riesgosas aplicándose sin justificación científica por costumbre del equipo de salud o que sigue pautas que no han sido revisadas y actualizadas.
El proceso del trabajo de parto y nacimiento es diferente en cada mujer y cada bebé, es diferente en los aspectos tanto físicos como emocionales, diferente en su desarrollo temporal. Es necesario respetar el tiempo que cada mujer y cada bebé necesita para parir y nacer.
Fuente: Relacahupan
(Red Latinoamericana y del Caribe para la Humanización del Parto y Nacimiento)