"El mantener la piel de tu bebé limpia es vital para su salud y se ha descubierto que generalmente es una maravillosa experiencia para fortalecer los lazos afectivos".
Permanecé al lado de tu bebé en todo momento.
Si olvidaste algo, tomá al bebé y llevalo con vos!

La habitación debe encontrarse tibia (24°C); los bebés pierden el calor de sus cuerpos muy rápidamente. Al llevar a cabo el baño de esponja, mantené a tu bebé envuelto en una toalla y descubrí un área a la vez para lavarla.

Verificá la temperatura del agua con tu muñeca o codo, debe sentirse cálida pero no caliente (entre 30°C y 32°C es ideal.)

Utilizá un baño líquido libre de jabón, alcohol y que no irrite los ojos. Un paño suave y cálido o toallitas descartables fabricadas especialmente para bebés, te ayudarán a limpiar a tu bebé fácilmente.

1) Baño de esponja: se recomienda durante las primeras semanas; hasta que el cordón umbilical y la circuncisión, después de haberla realizado, hayan sanado.
 

2) Baño en bañadera:
se puede comenzar cuando el bebé tenga de 2-8 semanas de edad. Los mismos son seguros cuando tu bebé pueda sostener su cabeza y espalda recta. Asegurate de colocar una alfombra antideslizante en la parte inferior. Quizás también te convenga utilizar un asiento plástico, esto te dará una mano adicional, sin embargo no sustituye la necesidad de vigilar a tu bebé en todo momento.

Comenzá con algunos centímetros de agua tibia (no caliente). Apoyá la espalda o cuello y cabeza del bebé en una mano y colocalo cuidadosamente en la bañadera. Seguí sosteniéndolo con un brazo mientras lo lavas con el otro.
Permití que el bebé disfrute durante algunos minutos del agua tibia. Continuá vaciando tazas de agua tibia sobre su cuerpo para que no se enfríe.

Bañadera
Pañitos suaves o toallitas húmedas descartables.
Toalla con capucha o lo suficientemente grande para cubrir todo el cuerpo del bebé
Jabón suave especial para bebés o un baño líquido para bebé.
Productos humectantes, fécula o talco para después del baño.
Pañal y ropa limpia.



"El contacto con el bebé es muy importante para su desarrollo personal, ya que genera y fortalece los vínculos afectivos entre vos y tu bebé"

Aflojador de piernas: mientras lo sostenés de los talones con una mano, con la otra frotá desde su colita hasta sus pies. No es necesario apretar; relajá tu mano y moldeala a la pierna del bebé a medida que avanzás. Repetí el movimiento en reversa, desde los pies hasta su colita.

Este pequeño cerdito: sostené su pie con una mano mientras frotás suavemente cada dedo con la otra mano. A continuación, presionando tu pulgar sobre la planta del pie del bebé, flexioná un pie hacia arriba y hacia abajo.

Enrollado: enrollá las piernas del bebé desde la rodilla hacia el tobillo con un mismo movimiento suave.  

Caricia al corazón: mientras tus manos descansan sobre el tórax del bebé, trazá la forma de un corazón – hacia arriba, hacia fuera y alrededor de su pecho.

Sonrisas en la barriguita:  colocá una mano sobre el ombligo del bebé y frotá hacia abajo. Hacelo inmediatamente con su otra mano. Repetí para crear un movimiento rítmico, en forma de rueda.
Pecho, Hombros y Brazos:  comenzá colocando tus manos juntas sobre el tórax del bebé, moviéndolas luego con movimientos continuos hacia arriba de su pecho, sobre sus hombros y bajando por sus brazos.

 
1) Baño de esponja: se recomienda durante las primeras semanas; hasta que el cordón umbilical y la circuncisión, después de haberla realizado, hayan sanado.


Cubrimiento:  colocá tus manos sobre la cara del bebé. Presioná tus dedos sobre su frente, luego deslizá tus manos por debajo de su cara, masajeando suavemente la sien.
Alegre sus mejillas:  en su carita, formá una sonrisa con tus pulgares en el labio superior y luego en el inferior. Hacé un círculo con los pulgares alrededor de los ojos y acariciá desde el centro de la frente hacia las sienes.





"La rutina del cambio de pañal es muy importante para preservar la salud de tu bebé, debés ser consistente y cuidadosa ya que es un área muy sensible"

Para cambiar el pañal reuní todo lo que necesites y ponelo a tu alcance antes de comenzar. Nunca dejes al bebé, ni por un instante, solo en una cama o mesa.

Lavá tus manos antes y después de cambiar el pañal de tu bebé.

Limpiá el área genital de adelante hacia atrás, usando una toallita. Secá y aplicá una crema antipaspaduras para crear una barrera protectora en la piel, que ayude a aislar la humedad y prevenir las irritaciones. Aplicá también fécula o talco para bebés para ayudar a reducir la fricción del pañal sobre su piel.

La dermatitis se inicia cuando el pañal no se cambia con suficiente frecuencia, la humedad atrapada y la fricción comienzan a irritar la piel.

Si se está desarrollando una irritación, mantené descubierta el área del pañal durante cortos períodos de tiempo para acelerar la curación.

 


Aplicá inmediata y suavemente una crema antipaspaduras en cada cambio de pañal hasta que la irritación desaparezca. Limpiá siempre la crema antes de reaplicarla

Recordá, es especialmente importante aplicar crema antipaspaduras al momento de ir a dormir ya que es cuando la piel de tu bebé se encuentra expuesta a la humedad durante un largo período.



Pañal y ropa  limpia.

Toallitas húmedas para bebé.

Una bolsa plástica para tirar el pañal.

Crema antipaspaduras.

Fécula o talco para bebé.



La línea de productos Johnson´s Baby Dulces Sueños- toallitas húmedas, baño líquido reconfortante, crema hidratante y talco, incorpora una rica fragancia enriquecida con lavanda y manzanilla, ingredientes naturales reconocidos por sus propiedades suavizantes

La manzanilla es conocida desde hace siglos como uno de los mejores aliviantes naturales del estrés, la tensión nerviosa y la inflamación.  Si bien hay muchísimas variedades que crecen en países desde Canadá hasta Tasmania, las que mayormente se usan con estos fines son Anthymis nobilis -manzanilla romana- y Matricaria chamomilla –manzanilla alemana.  Ambas variedades contienen el compuesto chamazulene, un potente anti-inflamatorio  que también tiene propiedades analgésicas, antiespasmódicas y antimicrobiales. 

Los especialistas en hierbas de la antigüedad usaban infusiones concentradas como un antiséptico potente para curar lesiones infectadas de la piel, como úlceras e incluso la gangrena.  Una infusión de menor concentración es excelente para aliviar los síntomas de la conjuntivitis. 

En lo que se refiere a uso interno, su aplicación más conocida es contra el insomnio y el estrés.  El calcio y el triptofan que contiene la hierba le dan propiedades tranquilizantes, y de hecho, hoy en día el remedio homeopático para los niños irritados con la dentición es chamomilla.  Por otro lado, las mismas cualidades ayudan a aliviar los síntomas de todo tipo de dolor de cabeza o jaqueca. 

Según los efectos deseados, se puede consumir en forma de infusiones, relajarse en un baño de inmersión o calentar aceites esenciales para perfumar el ambiente.

 


Reconocida alrededor del mundo por su fragancia fresca y suave, la planta de la lavanda (Lavándula angustifolia) originaria a la región del Mediterráneo también se adjudica una larga historia en los anales de la curación.  Los romanos perfumaban sus baños con los aceites derivados de la flor (lavare significa lavarse en latín) y los tibetanos todavía producen una manteca de lavanda comestible como parte de un tratamiento tradicional contra los problemas nerviosos.  Hoy en día, el aceite esencial de la lavanda se usa en muchos países para aliviar una amplia variedad de problemas, desde los síntomas de la ansiedad hasta las quemaduras de sol. 

En Alemania, un té realizado con las flores secas de la lavanda es un remedio oficial para aliviar el estrés y las dificultades para dormir.  Tanto las investigaciones con humanos como con animales han demostrado que las cualidades tranquilizantes de la lavanda son reales.  Las personas con dificultades para dormir pudieron descansar mejor y más tiempo luego de perfumar ligeramente su dormitorio con aceite esencial de lavanda (Hardy, M. et al., Lancet, 346: 701, Sept 9, 1995).  En los estudios relacionados con aceite esencial de lavanda realizados por la Touch Research Institute, University of Miami Medical School, en 1998, se constató que los participantes se sentían más relajados y aquellos con problemas de depresión notaron que se sentían más positivos







Una de las cosas más importantes que podés hacer como padre, es ayudar a que tu bebé desarrolle buenos hábitos para dormir. Cuando tu bebé duerme bien, toda la familia se beneficia. Las rutinas para dormir que establezcas promoverán buenos hábitos durante los años venideros. Estas deberían evolucionar naturalmente como una relación entre vos y tu bebé".

Al comienzo, el ciclo de sueño de tu bebé estará desorganizado, y el mismo estará distribuido a lo largo del período de 24 horas. Cada uno probablemente durará entre 30 minutos y 3 horas, con poca diferencia entre el día y la noche.
- En esta etapa, vos podés enseñarle al bebé que la noche es para dormir y el día para jugar.
- De noche mantené la luz tenue y silencio. Reducí al máximo los juegos antes de dormirlo.
- Durante el día, despertá a tu bebé para alimentarlo y estimulá su interés hablándole cálida y expresivamente, moviendo sus brazos y piernas o mostrándole juguetes.


Al cabo de aproximadamente seis semanas comenzará a desarrollarse un
patrón más predecible:
- Entre los 2 y 4 meses, observarás un ritmo regular de sueño y de vigilia a lo largo del día.
- Entre los 3 y 6 meses, la mayoría de los bebés comienzan a dormir durante períodos más largos de tiempo.
- Al cumplir un año, tu bebé reducirá en forma natural sus siestas de 3 ó 4 al día a 1 ó 2 al día.


Conocé las "señales de sueño" del bebé.
A continuación presentamos algunas maneras de cómo tu bebé te hace saber que está listo para dormir: está inquieto o llora, se frota los ojos, se tira las orejas o se queda mirando fijamente
el espacio.

Seguí las indicaciones del bebé. Es probable que tu recién nacido prefiera ser arrullado o alimentado antes de ir a dormir, lo cual está bien durante las primeras semanas o meses. Al cabo de tres meses, sin embargo, deberás tratar de lograr que tu bebé se duerma por su cuenta sin necesidad de arrullarlo o alimentarlo.

Convertí el sueño en una prioridad. La falta de sueño puede ser normal cuando se está cuidando de un recién nacido, pero existen maneras de poder enfrentar esta situación. Pedile ayuda a tu pareja cuando necesites un descanso, tomá una siesta cuando tu bebé lo haga, sin importar cuán tentador sea realizar otras tareas.

 

Comenzá una rutina para dormir que puede incluir: un baño tibio, un masaje, ponerle pijama al bebé, arrullarlo y cargarlo antes de acostarlo, cantar canciones de cuna y leerle un cuento.

Mantené metas realistas. Tu bebé no podrá dormir durante largos períodos en los primeros meses, pero esto mejorará.


Para disminuir el riesgo del Síndrome de Muerte Súbita Infantil (SMSI).

Colocá a dormir a tu bebé de lado o sobre su espalda durante la noche y a la hora de la siesta.

Colocá al bebé sobre un colchón infantil firme que no tenga más de una sábana.

Mantené los artículos suaves y voluminosos fuera del área de dormir. Éstos incluyen almohadas, juguetes o ropa de cama.

Establecé un horario fijo para dormir, con rutinas regulares para la siesta y una hora consistente para dormir de noche.

Dejá que tu bebé se arrulle para dormir. Cuando tenga algunos meses de edad, acostalo somnoliento pero despierto para ayudarle a desarrollar comportamientos de auto relajación con el fin de que pueda quedarse dormido por su cuenta luego de despertarse a la noche.

Brindale a tu bebé un ambiente de calma. Mantené el cuarto oscuro, fresco y tranquilo.

Aproximadamente a los 3-6 meses de edad, comenzá a retardar tu tiempo de reacción frente al alboroto o llanto del bebé.

- Esperá algunos minutos antes de calmarlo; probablemente se tranquilizará por su cuenta.
- Si continúa llorando, tratá de calmarlo sin prender la luz o levantarlo.


Sé consistente. Por ejemplo, si decidís que no vas a arrullar al bebé para que se quede dormido, adherite a ese plan, aún si no se queda dormido tan pronto como vos quieras. Dale a tu plan al menos dos semanas para que funcione antes de pasar al el Plan B.


Notas Importantes

¿Qué es un parto respetado?


Todas las actividades que se realizan en el marco de la Semana del Parto Respetado están vinculadas a la concientización acerca de los derechos de las mujeres a la hora de dar a luz, y la importancia de garantizar nacimientos seguros, naturales y durante los cuales la madre goce de absoluta libertad. El parto respetado es un parto donde la prioridad es la libertad de movimiento y postura, respetando la fisiología femenina dando el tiempo que necesite para el nacimiento.
Cuando hablamos de humanizar estamos hablando de la necesidad de devolverle al nacimiento su verdadero sentido, protagonizado por la mujer que pare, el hijo/a que nace y el hombre que acompaña, respetando los tiempos de la naturaleza que son distintos en cada mujer, y cuando los verdaderos protagonistas viven este momento con la entrega que se requiere, la intervención de las/os profesionales, será solo de acompañar sin intervenir.
Dar a Luz plenamente es posible si le devolvemos a la mujer la seguridad perdida, preparándola para un nacimiento en un lugar que ella escoja y que le de seguridad, rodeándola de un ambiente cálido, acompañada por las personas que forman su núcleo de amor y amistad y dejándola asumir la tarea de acuerdo a sus creencias y necesidades.
La institucionalización de los partos ha hecho que se sistematicen una serie de controles y procedimientos sobre la mujer y el bebé sin evaluar el estado de salud de cada individuo y sus necesidades particulares, transformándose en rutinas; que suelen ser molestas, dolorosas y potencialmente riesgosas aplicándose sin justificación científica por costumbre del equipo de salud o que sigue pautas que no han sido revisadas y actualizadas.
El proceso del trabajo de parto y nacimiento es diferente en cada mujer y cada bebé, es diferente en los aspectos tanto físicos como emocionales, diferente en su desarrollo temporal. Es necesario respetar el tiempo que cada mujer y cada bebé necesita para parir y nacer.
Fuente: Relacahupan
(Red Latinoamericana y del Caribe para la Humanización del Parto y Nacimiento)