Consejos para evitar calambres durante el embarazo consejos

Una de las molestias físicas que puede experimentar una mujer cuando está embarazada, son los dolores de espalda y calambres, que se presentan, por lo general, en la parte baja del cuerpo, desde la cintura para abajo.

Según Bernardo Löwenstein, un especialista en obstetricia de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina (Buenos Aires), las mujeres más proclives a experimentar estos dolores son aquellas que ya los hayan sufrido en embarazos anteriores o de forma previa regular –sin estar embarazadas- o aquéllas que no tenían buen estado físico.

Asimismo, aseguró que el lugar en donde con mayor frecuencia se presentan estos dolores es "en la zona posterior baja de la pelvis hacia ambos costados de la línea media, a aproximadamente unos 5 cm".

Si bien su intensidad dependerá de cada caso, el dolor suele presentarse en la parte posterior de los muslos y, frecuentemente, confundirse con el nervio ciático. Es muy posible que estos malestares se incrementen a medida que se va acercando la fecha de alumbramiento.

Con respecto a los calambres en la zona de los gemelos, su aparición es más común durante el tercer trimestre del embarazo y afecta de un 30 a un 50 por ciento de las mujeres en cinta. Si bien pueden durar sólo segundos, suelen ser tan fuertes que dejan un dolor residual que puede durar incluso horas.

Para disminuir este dolor y prevenir los calambres, este especialista aconseja:

*Cualquier mujer que considere la posibilidad de traer un hijo al mundo debería ocuparse por tener un estado físico saludable, mantener posturas corporales correctas y realizar, de forma periódica, ejercicios de elongación y tonificación muscular.

*Los deportes más indicados para prevenir estos malestares son: la natación, el yoga, caminatas y la gimnasia acuática.

*Para aliviar los dolores, en específico, este especialista afirma que dependerá de la intensidad del mismo, si se trata de dolores leves, recomienda cambiar de postura, descansar sentada con las piernas estiradas y elevadas -a la altura de las caderas- (y flexionarlas ligeramente para cambiar el eje pélvico). Para dolores más intensos aconseja reposo, calor seco o húmedo, y ejercicios suaves. Los analgésicos –siempre que sean indicados por el médico- pueden ayudar. Si son dolores muy intensos: reposo, baños de inmersión calientes y anti-inflamatorios. Si persisten, se recomienda realizar una resonancia magnética para ver que no se trate de algún trastorno más grave de columna que nada tenga que ver con el embarazo.

*Elongar los músculos, sobre todo, antes de dormir, ya que por lo general surgen cuando la mujer descansa.

*Para aliviar, se sugiere colocar la zona afectado bajo el agua caliente.

*Hay ocasiones en que se puede suministrar calcio o magnesio.


 

Receta: Aguacates con pesto

Receta: Aguacates con pesto alimentacion y nutricion

Los aguacates o paltas son unas frutas (o también consideradas, hortalizas) que más allá de tener un nivel significativo de grasas son ricas en otros nutrientes, como potasio y vitamina E, excelente antioxidante natural.

En esta ocasión, compartamos una receta distinta para preparar paltas, especial para quienes gusten de los sabores más contrastantes: aguacates con pesto, muy fácil de preparar.

¿Qué necesitas?

-2 aguacates grandes

-1 cucharada de aceite de oliva

-4 dientes de ajo

-100 gramos de hojas de albahaca fresca

-75 gramos de queso parmesano rallado

Opcional, para decorar: algunas hojas de lechuga

Preparación

-En primer lugar, pela el ajo y tritúralo. Lava bien las hojas de albahaca, y pícalas finamente. Luego lleva a un mortero, junto con el aceite de oliva hasta obtener una pasta. Suma el queso parmesano.

-Lleva esta preparación a baño maría revolviendo sin parar.

-Pela y retira el corazón de las paltas, y córtalas en finas láminas. Coloca estas porciones sobre una fuente o plato, y vuelca encima la salsa caliente. Sirve enseguida. En caso de querer decorar, sólo será necesario de lavar bien las hojas de lechuga y disponerlas alrededor de los aguacates.

Vía RecetasVegetarianas

 
La Importancia del Magnesio
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Denominado por muchos expertos el mineral antiestrés, ya que ha demostrado ser un tranquilizante natural que relaja los músculos esqueléticos y actúa positivamente sobre la transmisión nerviosa.
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Se asegura que previene la ansiedad, las fobias, los tics y el insomnio por lo que está recomendado en tratamientos contra la depresión y el estrés.

La mitad del magnesio de nuestro organismo se encuentra en los huesos, y la otra mitad está implicada en procesos celulares, realmente importantes.
Toma parte en el mantenimiento de la glucosa y otras partículas nutrientes, para que posteriormente se pueda aprovechar la energía de éstas.

El 60% de las necesidades diarias se depositan en los huesos, el 28% en los músculos y el resto en los tejidos blandos -principalmente, corazón, cerebro, hígado y riñones-, y el 2% restante en los líquidos corporales.


Entre las principales funciones y propiedades del magnesio hay que destacar la activación de vitaminas, enzimas, la formación de estructuras óseas y dentales, proteínas y anticuerpos, el mantenimiento de la viscosidad del líquido sinovial y la ayuda en el metabolismo de síntesis de los lípidos. Además, tiene una misión anti-estrés, antitrombótica, antiinflamatoria y cardioprotectora.


Es tal su importancia que se le considera absolutamente imprescindible para un correcto funcionamiento del organismo y, de forma muy especial, del corazón, las arterias, el aparato músculo esquelético y los sistemas nervioso, endocrino y digestivo.

La ingesta diaria de magnesio debe estar entre los 300 y 350 mg./día para los hombres, 280 mg/día para las mujeres y entre 320 a 350 mg/día para las embarazadas.

Simplemente, imprescindible

El magnesio es el octavo elemento más abundante en la Tierra, el segundo -tras el sodio- en el mar y el quinto más abundante del organismo humano.

Es, además, un componente esencial del tejido animal y vegetal ya que está presente en todas las células; lo que explica su presencia en nuestra alimentación.

El magnesio capta la energía solar y la potencia, formando compuestos químicos que los organismos son después capaces de sintetizar. Al mismo tiempo, permite liberar el oxígeno necesario para las funciones respiratorias.


¿Que sucede con su carencia?

Este mineral es esencial para el buen rendimiento de los niños en la escuela, de los estudiantes en general y de las demás personas en el ámbito laboral y cotidiano.

Al parecer la carencia de magnesio afecta principalmente a las personas que sólo consumen alimentos procesados, es decir, a quienes no ingieren habitualmente frutas, hortalizas u otros alimentos crudos o que, en general, mantienen una alimentación pobre. También es frecuente en alcohólicos y en personas con cirrosis hepática, diarreas prolongadas, mala absorción intestinal y enfermedades renales o bien están a tratamiento diurético o han sufrido una intervención quirúrgica.

Asimismo, las embarazadas y las personas que realizan grandes esfuerzos físicos, ya sea por razones deportivas o laborales, también se encuentran expuestas a sufrir carencias de este mineral.

Su ausencia se refleja por la aparición de variados síntomas: hipertensión, alteraciones gastrointestinales, trastornos menstruales, debilidad muscular (acompañada de calambres, espasmos, tirones, temblores, entorpecimiento y hormigueo), fatiga, somnolencia, convulsiones, depresión, astenia, pérdida de apetito, náuseas, deterioro de la capacidad intelectual (confusión, desorientación, alteraciones de la conducta, etc.), estreñimiento y mayor probabilidad de formar perniciosos depósitos de calcio en riñones, vasos sanguíneos y corazón. También aumenta el riesgo de padecer accidentes cardiovasculares.

Las necesidades medias diarias de magnesio son de aproximadamente 0'0067 gramos por kilogramo de peso corporal. Esta cantidad debe ser el aporte mínimo, y a condición de estar en consonancia con los otros elementos de la llamada tétrada catiónica (potasio, sodio y calcio). Además, debe administrarse en la alimentación; de otro modo no surtiría ningún beneficio ya que no sería absorbido y se arrastraría junto con las heces.

El Magnesio en los alimentos

Hay alimentos que, de por sí, son muy ricos en magnesio. Las fuentes más conocidas de magnesio son el cacao, las semillas y frutas secas, el germen de trigo, la levadura de cerveza, los cereales integrales, las legumbres y las verduras de hoja. También se encuentra, pero en menor cantidad, en carnes, lácteos y frutas.
La sal marina sin refinar también aporta una importante cantidad de este elemento.

  • Los frutos secos son un recurso muy bueno para encontrar un aporte de este elemento. Por cada 500 gramos de almendras secas sin cáscara nuestro organismo recibe 1.225 miligramos de magnesio, casi el doble que si se consumen con cáscara. Las avellanas tienen unos 835 miligramos sin cáscara y cerca de 384 antes de ser peladas. Descascarillados, el aporte de los pistachos, las nueces y los cacahuetes también se sitúa en los 800 miligramos. Esta cantidad también baja si se comen con piel; 358 de los pistachos, 190 de las nueces y 682 de los cacahuetes.
  • Entre las frutas, destaca el aporte de los albaricoques (llegan a los 281 miligramos de magnesio por cada 500 gramos de fruta). También superan los 200 miligramos los dátiles al natural. En el lado opuesto están, por ejemplo, los higos, que apenas llegan a los 90 miligramos.
  • Las verduras son la otra fuente primordial para cubrir las carencias. Las espinacas crudas aportan casi 400 miligramos, un poco más que la remolacha y los cardos. El siempre dispuesto perejil también contiene una buena dosis, pero su presencia como condimento hace que por sí sólo sea incapaz de cubrir todas las necesidades.
  • El agua mineral es también, en algunas ocasiones, un elemento portador de magnesio. La mayor o menor proporción dependerá de si el agua proviene de terrenos más o menos ricos en este ion.
    La composición del agua debe aparecer en las etiquetas del producto, de modo que es fácil saber qué marca concreta de agua nos conviene más comprar. Además, el análisis químico en miligramos por litro tiene que explicar qué cantidad de bicarbonatos, sulfatos, cloruros, calcio y sodio posee el agua embotellada. La cantidad de magnesio suele oscilar entre uno y cuatro miligramos por litro.
    Estas aguas con alto grado de cloruro de magnesio tienen una acción específica contra algunas dolencias debidas a contracciones musculares, y son de gran ayuda contra el estreñimiento.
  • La población de los países desarrollados está acostumbrada a consumir harinas blancas en todos los productos de panadería y pastelería, así como en las variedades de pasta de tipo italiano. El aporte de magnesio, sin embargo, es mucho mayor en aquellas otras harinas que tienen procedencia animal.
    La harina de huesos es mucho más rica en este mineral que la elaborada a partir de los cereales. La razón, es bien sencilla. Más del 60% del magnesio del hombre y de los animales se encuentra repartido entre el esqueleto y los dientes. La harina de huesos de ternera pulverizados contiene, además, cantidades importantes de fósforo, calcio y otros elementos minerales.

La refinación de alimentos produce una perdida entre el 85 - 99 % de magnesio y la cocción produce un 50 % de pérdida.
La aplicación de calor a las comidas elimina una cantidad considerable de cloruro de magnesio. Es preferible, por tanto, comer los alimentos crudos (donde abunda es en los vegetales, frutas y verduras). Todos los procesos tampoco destruyen igualmente las reservas del mineral; el tostado no es tan perjudicial como la ebullición.

Antes los alimentos eran más ricos en Magnesio ya que los agricultores utilizaban estiércol animal. Ahora con los abonos químicos los alimentos lo contienen en menor cantidad.

La necesidad diaria de este mineral, se cubre consumiendo alguna de las siguientes comidas:

  • Una taza de chocolate con leche, y tres rebanadas de pan integral.
  • Una porción de carne acompañada de ensalada verde
  • Una taza de legumbres cocidas
  • Una banana de tamaño grande.

Alimentos ricos en Magnesio

Alimentos
mg en porcion de 100 g
Pepitas de girasol
387
Almendras sin cáscara
258
Avellana sin cáscara
258
Caracoles
250
Germen de trigo
250
Soja en grano
240
Longaniza
200
Cacahuete sin cáscara
174
Garbanzos. Judías blancas, pintas
160
Pistacho
158
Trigo, grano entero
147
Cacao en polvo, azucarado. Harina integral. Nueces sin cáscara
140
Calamares y similares
139
Piñones sin cáscara
132
Turrones y mazapanes
129
Guisantes secos
123
Leche de vaca desnatada en polvo
117
Chocolate amargo con azúcar
107
Arroz integral
106
Chocolate
100
Percebes
94
Pan integral
91

 

Notas Importantes

¿Qué es un parto respetado?


Todas las actividades que se realizan en el marco de la Semana del Parto Respetado están vinculadas a la concientización acerca de los derechos de las mujeres a la hora de dar a luz, y la importancia de garantizar nacimientos seguros, naturales y durante los cuales la madre goce de absoluta libertad. El parto respetado es un parto donde la prioridad es la libertad de movimiento y postura, respetando la fisiología femenina dando el tiempo que necesite para el nacimiento.
Cuando hablamos de humanizar estamos hablando de la necesidad de devolverle al nacimiento su verdadero sentido, protagonizado por la mujer que pare, el hijo/a que nace y el hombre que acompaña, respetando los tiempos de la naturaleza que son distintos en cada mujer, y cuando los verdaderos protagonistas viven este momento con la entrega que se requiere, la intervención de las/os profesionales, será solo de acompañar sin intervenir.
Dar a Luz plenamente es posible si le devolvemos a la mujer la seguridad perdida, preparándola para un nacimiento en un lugar que ella escoja y que le de seguridad, rodeándola de un ambiente cálido, acompañada por las personas que forman su núcleo de amor y amistad y dejándola asumir la tarea de acuerdo a sus creencias y necesidades.
La institucionalización de los partos ha hecho que se sistematicen una serie de controles y procedimientos sobre la mujer y el bebé sin evaluar el estado de salud de cada individuo y sus necesidades particulares, transformándose en rutinas; que suelen ser molestas, dolorosas y potencialmente riesgosas aplicándose sin justificación científica por costumbre del equipo de salud o que sigue pautas que no han sido revisadas y actualizadas.
El proceso del trabajo de parto y nacimiento es diferente en cada mujer y cada bebé, es diferente en los aspectos tanto físicos como emocionales, diferente en su desarrollo temporal. Es necesario respetar el tiempo que cada mujer y cada bebé necesita para parir y nacer.
Fuente: Relacahupan
(Red Latinoamericana y del Caribe para la Humanización del Parto y Nacimiento)