Buena alimentación
en el embarazo
Cómo alimentarse antes del parto y bajar
luego los kilos que quedaron de más. El
fantasma de la bulimia y la anorexia.
antojos
La buena alimentación de la mujer
embarazada debería empezar antes: lo
ideal es alcanzar un peso saludable previo
a la gestación ya que las que comienzan
el embarazo con sobrepeso, obesidad o
bajo peso pueden estar expuestas a una
serie de riesgos como diabetes,
hipertensión, partos prematuros, entre
otros.
Durante los nueves meses, al ingerir
alimentos, hay que pensar en lo que se
está consumiendo y si ese alimento en
particular será beneficioso o no, además
de tratar de evitar aquellos que tengan
bajo valor nutritivo. A pesar de que dos
comidas diferentes pueden tener la
misma cantidad de calorías, no
necesariamente tendrán el mismo valor
nutricional: una medialuna puede tener
las mismas calorías que un pan integral
untado con queso y un vaso de gaseosa
común las mismas calorías que un vaso de
jugo de naranja, pero en ambos casos, los
nutrientes que esos alimentos aportan
son muy diferentes.
No se debe olvidar que lo que se ingiere
afectará directamente el desarrollo del
bebé. Alimentarse apropiadamente no
significa la privación de ciertos alimentos
sino la incorporación de los nutrientes
necesarios. Todos los alimentos pueden
formar parte de una dieta saludable
siempre y cuando sean consumidos con
moderación.
Una manera de consumir alimentos sanos
y saludables sería mediante la inclusión
de una gran variedad de frutas y
vegetales crudos o cocidos al vapor.
Además, elegir alimentos que no hubieran
sido demasiado procesados.
Los límites
Las embarazadas suelen estar ansiosas y
sentir la necesidad de comer con más
frecuencia. Por eso, es importante
planificar los antojos y tener siempre
disponibles alimentos que sean
nutricionalmente adecuados. Algunos de
ellos:
Frutas/Ensalada de frutas
Yogur descremado
Un pan de salvado con queso untable
descremado
Una barra de granola con bajo contenido
de grasas
Una taza o tazón de sopa con bajo
contenido de sodio
Un sandwiche de pollo realizado con pan
integral, acompañado por verduras
picadas
Un puñado de mix de frutos secos
Se estima que una mujer de bajo peso
deberá aumentar entre 12,5 y 18 kilos, la
que tiene peso normal de 11 a 15,5 y las
que presentan sobrepeso de 6,5 a 11
(dependiendo del grado de exceso). En
general, se recomienda en promedio un
aumento de unas 300 calorías por día que
se cubre fácilmente con el agregado de
dos vasos de leche. Hay que tener en
cuenta que las necesidades alimentarias
de las embarazadas pueden variar según
condiciones individuales.
Para lograr subir sólo los kilos necesarios,
es indispensable mantener un plan de
alimentación adecuado cuali y
cuantitativamente y realizar actividad
física en la medida que el médico lo
permita.
Nutrientes perfectos
Hierro: se necesita en altas dosis,
especialmente en las fases finales del
embarazo. Es un mineral esencial para la
formación de los hematíes de la sangre.
Incrementar el aporte de hierro es
necesario no sólo por las demandas
fetales, sino también por el gran aumento
que experimenta su volumen sanguíneo.
Hay dos tipos de hierro, el hemínico y el
no hemínico: la biodisponibiliad del
primero (carnes y derivados) es mucho
mejor que la del segundo (hierro vegetal:
legumbres, vegetales de hoja verde), en
este caso, se recomienda acompañar con
una porción de vitamina C (ají, tomate,
cítricos, entre otros) como antioxidante
para una mejor absorción.
Calcio: se necesita un porcentaje adicional
al día ya que es esencial para mantener la
integridad del hueso de la mujer y el
desarrollo esquelético del feto. Lo mejor
es aumentar el consumo de alimentos
ricos en calcio como la leche o tomar un
suplemento.
Sodio: aunque no necesita ser limitado
durante embarazo, se recomienda no
consumirlo en exceso. Se deben evitar los
alimentos procesados o los denominados
"chatarra" ya que son ricos en sodio.
Demasiada sal puede conducir a la
hipertensión y el consumo de demasiado
alimento salado, favorecer el aumento del
peso.
Folato (ácido folico): el embarazo duplica
las necesidades de folato. Es esencial para
la síntesis de proteína, formación de
nuevas células y producción de sangre.
Disminuye el riesgo de defectos del tubo
neural, como espina bífida y anencefalia.
La deficiencia grave puede dar lugar a
anemia megaloblástica que lleva a que el
corazón, el hígado y el bazo de la madre
pueden aumentar tanto que lleguen a
amenazar la vida del feto. Alimentos ricos
en folato son: huevos, verduras de
intenso color verde, naranjas, legumbres y
germen del trigo. Aunque no hay un
acuerdo general en la necesidad de un
suplemento para todas las mujeres
embarazadas, sin embargo, se
recomiendan especialmente en las que
son fumadoras, bebedoras o vegetarianas.
Vitamina D: es necesaria para la absorción
de calcio, el mantenimiento y desarrollo
normal del sistema óseo tanto de la
madre como del feto. Las mujeres con
baja ingesta de vitamina D debe tomar
leche fortificada, especialmente las que
tienen exposición mínima a la luz del sol.
Proteína: son fuentes excelentes de
vitaminas y de minerales, tales como
hierro, vitamina B6, y cinc. La carencia de
proteínas no es un problema habitual
puesto que la dieta de la mayoría de la
gente contiene cantidades adecuadas o
aún excesivas.
El líquido: debido a que los fluidos
corporales aumentan durante el
embarazo, se deberá beber más cantidad
de líquido. El agua es lo más saludable, ya
que los jugos tienen alta concentración de
calorías. Hay que evitar o limitar el
consumo de bebidas que contengan
cafeína (café, té y gaseosas). Hidratarse
correctamente aporta beneficios para
disfrutar de un embarazo saludable, entre
los que se incluyen el evitar el trabajo de
parto antes de tiempo, tener una piel más
saludable (más elástica) y ayuda a evadir
síntomas molestos como constipación o
inflamación.
Además, al beber mucho líquido, el
organismo libera toxinas y desechos
perjudiciales para la salud y disminuye el
riesgo de padecer infecciones del tracto
urinario.
Sin malestares
Para muchas embarazadas, las nauseas,
vómitos y mareos suelen ser una tortura
en un proceso de gran felicidad. Se
pueden aliviar con algunos hábitos:
Comer y beber frecuentemente, pero en
porciones pequeñas, apenas se sienta
hambre o sed.
Evitar las comidas picantes, la cafeína, los
alimentos grasos, fritos o muy
condimentados
Beber líquidos claros y fríos (como
limonada) y evitar las bebidas con gas
Tomar las vitaminas que desencadenen
las náuseas en la noche y no al principio
del día.
Cocinar con jengibre (está demostrado
que alivia las náuseas y el vómito).
Evitar los ayunos prolongados
Evitar los olores desagradables
Elevar la cabecera de la cama
¿Cómo bajar de peso después?
Durante el postparto es difícil hacer una
restricción calórica ya que el estado
nutricional materno puede influir sobre la
cantidad y calidad de la leche para el
amamantamiento. Las necesidades
calóricas de una mujer durante el período
de lactancia dependerán de la cantidad de
leche que produce y las reservas en la
grasa de su organismo.
Se recomienda, en promedio, un aumento
de 500 kilo/calorías día por encima de las
necesidades previas al embarazo durante
los tres primeros meses y, luego, ajustar
las necesidades según las necesidades
maternas.
Lo mejor es este momento es un
aumento de la actividad física para lograr
el balance energético negativo en relación
a mayor gasto de energía y no a menor
ingreso de la misma.
*Asesora de Light Food, comida saludable.
Alerta, pregorexia
Aunque todavía no es considerada una
enfermedad psiquiátrica, este fenómeno
se extiende cada vez más entre
embarazadas que presentan conductas
alteradas para mantener su peso
corporal. Se trata de un nuevo trastorno
alimentario que afecta principalmente a
mujeres de 25 a 35 años, con
antecedentes de bulimia y anorexia
nerviosa, que, incluso, en algunos casos,
tienen problemas para asumir su estado.
Así, el pensamiento sobre el bienestar del
bebé compite permanentemente con los
fantasmas que se proyectan en el espejo
de la mamá. Para eso, pueden incurrir en
la restricción de calorías y nutrientes,
como en la realización de ejercicio
extremo y, según la modalidad del
trastorno, combinarlo con atracones y
purgas. En muchos casos, llegan a utilizar
laxantes, diuréticos y pastillas para
adelgazar que, como es sabido, están
contraindicados durante la gestación. Así,
se compromete la cantidad y diversidad
de vitaminas y minerales necesarios para
que crezca sano el bebé. Esto puede traer
daños severos, muy difíciles o imposibles
de revertir en el bebé, pudiendo llegar,
incluso, a afectar su sistema nervioso
central. Está comprobado que de una
mala nutrición durante la gestación
devienen muchos problemas de conducta
y afecciones que reducen el coeficiente
intelectual del niño.
Fuente: "Los nuevos trastornos
alimentarios", de Juana Poulisis (Paidós).

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz,
sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento
no permitas que nadie te quite el derecho de expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías si pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos enseña.
Nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa.
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes, huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo."
Dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante.
Vívela intensamente, sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos".
Te ayudan a caminar por la vida.
La sociedad de hoy somos nosotros
"poetas vivos".
No permitas que la vida te pase sin que la vivas.
Walt Whitman

Notas Importantes

¿Qué es un parto respetado?


Todas las actividades que se realizan en el marco de la Semana del Parto Respetado están vinculadas a la concientización acerca de los derechos de las mujeres a la hora de dar a luz, y la importancia de garantizar nacimientos seguros, naturales y durante los cuales la madre goce de absoluta libertad. El parto respetado es un parto donde la prioridad es la libertad de movimiento y postura, respetando la fisiología femenina dando el tiempo que necesite para el nacimiento.
Cuando hablamos de humanizar estamos hablando de la necesidad de devolverle al nacimiento su verdadero sentido, protagonizado por la mujer que pare, el hijo/a que nace y el hombre que acompaña, respetando los tiempos de la naturaleza que son distintos en cada mujer, y cuando los verdaderos protagonistas viven este momento con la entrega que se requiere, la intervención de las/os profesionales, será solo de acompañar sin intervenir.
Dar a Luz plenamente es posible si le devolvemos a la mujer la seguridad perdida, preparándola para un nacimiento en un lugar que ella escoja y que le de seguridad, rodeándola de un ambiente cálido, acompañada por las personas que forman su núcleo de amor y amistad y dejándola asumir la tarea de acuerdo a sus creencias y necesidades.
La institucionalización de los partos ha hecho que se sistematicen una serie de controles y procedimientos sobre la mujer y el bebé sin evaluar el estado de salud de cada individuo y sus necesidades particulares, transformándose en rutinas; que suelen ser molestas, dolorosas y potencialmente riesgosas aplicándose sin justificación científica por costumbre del equipo de salud o que sigue pautas que no han sido revisadas y actualizadas.
El proceso del trabajo de parto y nacimiento es diferente en cada mujer y cada bebé, es diferente en los aspectos tanto físicos como emocionales, diferente en su desarrollo temporal. Es necesario respetar el tiempo que cada mujer y cada bebé necesita para parir y nacer.
Fuente: Relacahupan
(Red Latinoamericana y del Caribe para la Humanización del Parto y Nacimiento)