No hables con extraños, nena
Ni aceptes caramelos, nena
Recuerda que te quiero
Cuando estés sola en la oscuridad

No pierdas la dulzura, nena
Ni cumplas más los años, nena
No gastes tus deseos
Porque igual se van a realizar

No corras con tijeras, nena
Ni pierdas la esperanza, nena
Y duermete tranquila
Que no hay monstruos en el placard  

Que los días de semana sean tú fin de semana
Que los años que pasen te den paz
Que el rojo que conozcas sea solo el del crayón
Y que encuentres en tú vida solo amor de verdad

No corras con tijeras, nena
Ni pierdas la esperanza, nena
Y duermete tranquila
Que no hay monstruos en el placard



No hables con extraños, nena
Ni aceptes caramelos, nena
Recuerda que te quiero
Cuando estés sola en la oscuridad

No pierdas la dulzura, nena
Ni cumplas más los años, nena
No gastes tus deseos
Porque igual se van a realizar

No corras con tijeras, nena
Ni pierdas la esperanza, nena
Y duermete tranquila
Que no hay monstruos en el placard  

Que los días de semana sean tú fin de semana
Que los años que pasen te den paz
Que el rojo que conozcas sea solo el del crayón
Y que encuentres en tú vida solo amor de verdad

No corras con tijeras, nena
Ni pierdas la esperanza, nena
Y duermete tranquila
Que no hay monstruos en el placard

Notas Importantes

¿Qué es un parto respetado?


Todas las actividades que se realizan en el marco de la Semana del Parto Respetado están vinculadas a la concientización acerca de los derechos de las mujeres a la hora de dar a luz, y la importancia de garantizar nacimientos seguros, naturales y durante los cuales la madre goce de absoluta libertad. El parto respetado es un parto donde la prioridad es la libertad de movimiento y postura, respetando la fisiología femenina dando el tiempo que necesite para el nacimiento.
Cuando hablamos de humanizar estamos hablando de la necesidad de devolverle al nacimiento su verdadero sentido, protagonizado por la mujer que pare, el hijo/a que nace y el hombre que acompaña, respetando los tiempos de la naturaleza que son distintos en cada mujer, y cuando los verdaderos protagonistas viven este momento con la entrega que se requiere, la intervención de las/os profesionales, será solo de acompañar sin intervenir.
Dar a Luz plenamente es posible si le devolvemos a la mujer la seguridad perdida, preparándola para un nacimiento en un lugar que ella escoja y que le de seguridad, rodeándola de un ambiente cálido, acompañada por las personas que forman su núcleo de amor y amistad y dejándola asumir la tarea de acuerdo a sus creencias y necesidades.
La institucionalización de los partos ha hecho que se sistematicen una serie de controles y procedimientos sobre la mujer y el bebé sin evaluar el estado de salud de cada individuo y sus necesidades particulares, transformándose en rutinas; que suelen ser molestas, dolorosas y potencialmente riesgosas aplicándose sin justificación científica por costumbre del equipo de salud o que sigue pautas que no han sido revisadas y actualizadas.
El proceso del trabajo de parto y nacimiento es diferente en cada mujer y cada bebé, es diferente en los aspectos tanto físicos como emocionales, diferente en su desarrollo temporal. Es necesario respetar el tiempo que cada mujer y cada bebé necesita para parir y nacer.
Fuente: Relacahupan
(Red Latinoamericana y del Caribe para la Humanización del Parto y Nacimiento)