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Conoce los rasgos que definen el carácter de tu niño

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Publicado en la comunidad Primer Bebé

Casi el 70% de los rasgos del carácter vienen determinados en los genes,

 mientras que el 30% restante depende del ambiente que le rodea.  

Al año de edad, los niños ya pueden manifestar  su propio carácter. 

 Y cómo padres, no podemos dejar de reconocer cual es el carácter


 de nuestro niño, ya que no podremos actuar de igual forma con un niño

 serio que con uno alegre  o  planificar la misma rutina para un niño tranquilo que para uno hiperactivo.

 

Todos los niños son diferentes y lo que funciona para uno, puede no funcionar con otro.  Así que como padres, deberemos adaptar  nuestra forma de actuar a la evaluación que hagamos sobre el temperamento de nuestro niño.

 

Rasgos que definen el carácter de los niños

  

 

Nivel de actividad

Si el niño es muy activo, habrá que darle muchas ocupaciones.  

 Necesita espacio dentro y fuera de la casa.   

Deberemos evitar las salidas largas  que impidan que el niño se mueva libremente. 

 No es que estos niños se comporten mal, sino que son inquietos, seguramente cuando madure se adaptará mejor a las diferentes situaciones.

Si, por el contrario, el niño es tranquilo disfrutará más de su tiempo libre  y no necesitará tener tanta actividad. De todos modos, un verdadero exceso tanto de actividad como de pasividad puede indicar problemas.

 

Sociabilidad

Los niños sociables suelen ser los más compradores con los adultos,  pero deberemos enseñarles que no deben sociabilizar con extraños y que no deben ser tan confiados.   Por el contrario los niños menos sociables no deben ser presionados, por el contrario debemos acompañarlos y darles su tiempo.

 

Emotividad

Se demuestra en la intensidad con la que el niño expresa sus emociones, la fuerza de su risa y de su llanto.  Con los niños más intensos, deberemos distinguir cuando su desesperación es real o teatral.

Con los niños menos intensos, debemos evitar que sus necesidades resulten ignoradas. Deberemos estar más atentos a lo que expresan sus sentimientos y animarlos a ser más firmes y hacerse valer.

 

Regularidad

Los niños regulares mantienen una rutina del hambre, del sueño, de las deposiciones y hasta del juego.  Estos niños facilitarán a los padres las actividades diarias, aunque como contrapartida les costará habituarse en viajes u otras situaciones imprevistas.

Los niños irregulares comen o duermen mal  y sin ningún tipo de orden hasta que los padres se dan cuenta de que les falta una rutina.  Será conveniente, de a poco diagramarles una rutina que hará sus vidas predecibles.

  

Adaptabilidad

Hay niños que se adaptan a los cambios fácilmente, pero los padres deben tratar de respetar su rutina ya que ellos también la necesitan.

Para los que no se adaptan a los cambios deberemos tener paciencia y graduarlos para implementarlos poco a poco.  Si agregamos pequeños cambios  a sus rutinas diarias les ayudaremos a adaptarse mejor.

 

 Atención

A esta edad, los niños prestan poca atención, pero mientras algunos niños pasan de una actividad a otra en menos de un minuto, otros pueden dedicarse a un objeto o actividad durante 5, 10, 15 minutos o incluso más.

Los más inquietos necesitarán que los acompañemos en sus juegos y les enseñemos a persistir.  Conviene ofrecerle de a una las opciones de juego para no distraer su atención.

Los niños que logren más atención tienen más autonomía para pasar ratos jugando solos. También será más difícil distraerlos cuando se empeñen en hacer o tocar algo que no deben.

 

Distracción

La falta de concentrarse en una actividad de los niños de esa edad  lleva a muchos padres a pensar que su hijo es hiperactivo, lo cual es difícil de diagnosticar a tan pronta edad.  Estos niños necesitan un ambiente tranquilo, bajo en estímulos.

Los más difíciles de distraer pueden oponerse más a los cambios, por lo que debemos planteárselos con tiempo y con antelación.  En contrapartida son más autónomos.

 

Sensibilidad

Los niños muy sensibles no aceptan fácilmente las variaciones de sabores, texturas, luces, olores y temperaturas. Cuando crezcan serán personas detallistas  y perfeccionistas.

Los niños menos sensibles dan muchos menos problemas, aunque también se darán menos cuenta de si necesitan un cambio de pañales o algo les molesta.

 

Humor

En algunos niños predomina la alegría, mientras que en otros predominará la seriedad o el enojo. Es muy fácil descubrir cuál es el humor de nuestros hijos.

Los alegres son muy llevaderos, pero conviene estar alerta para descubrir sus frustraciones y enojos, ya que no lo expresan tan fácilmente como los malhumorados.

Con aquellos en los que predomina el mal humor o la seriedad deberemos aceptar que es una característica de su personalidad y poco a poco enseñarles a demostrar su alegría.

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Los niños pequeños son una especie de diminutos dictadores intolerantes e impacientes.  Un minuto están riendo y jugando  y al siguiente están cayendo en el suelo con llanto y patadas incluídas.

Esto no es por que los niños tengan mal carácter, sino que nuestros pequeños no saben esperar.  Es por esto que uno de los mayores retos de esta etapa es enseñar a nuestro pequeño a esperar.

Sabemos que no es fácil y valga la redundancia, pero para enseñar a tu hijo a ser paciente deberás colmarte de paciencia.  Para ayudarte en esta tarea, aquí van algunos consejos que puedes aplicar. 

 

 

Enséñale a expresar como se siente

Los niños pequeños no tienen el lenguaje para expresar exactamente como se sienten.  Si tu niño tiene que esperar su turno para utilizar los juegos del parque, en lugar de decir  " Tienes que esperar tu turno",  trata de decir "Sé que te sientes enojado porque tienes que esperar . La espera es dura ! Pero tu turno llegará  pronto "

  

Prepárate

Una de las mejores maneras de enseñar a tu hijo acerca de la espera es ponerlo a prueba y luego elogiarlo.  Prepara un set de pequeñas actividades simples pero atractivas para tu niño a las cuales recurrirás en los momentos de espera.  Libros con autoadhesivos, plastilinas y libros de colorear serán buenos recursos para ayudar a tu niño mientras tiene que esperar.  Otra opción para ayudar a tu niño en la espera es crear una canción para estos momentos o contar una historia. Felicita a tu pequeño cuando lo haga bien, para dar un reconocimiento al comportamiento deseado.

  

Materializa el tiempo de espera

Los niños no son capaces de comprender el concepto de unos pocos minutos, pero se puede demostrar utilizando un temporizador visual. Hay varias aplicaciones de temporizadores visuales para niños, por ejemplo la aplicación Children countdown en la cual ingresas el tiempo de espera y se va descubriendo una foto mientras el tiempo corre.   Otra opción es recurrir a esos pequeños relojes de arena que vienen en los juegos de mesa.   Un contador de tiempo le dará a tu hijo un sentido de control , ya que saben que cuando el temporizador finaliza la espera ha terminado.

El presente artículo fue elaborado y corregido por el comité asesor de bebesencamino.com.

La clave: enseñarles a esperar


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Los niños que hablan más tienen menos berrinches

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Publicado en la comunidad Primer Bebé

Se ha concluido en investigaciones recientes que es menos probable que los pequeños que han desarrollado antes las habilidades lingüísticas estallen en berrinches.  Según los investigadores de la Universidad de Pensilvania se debería a que pueden hablar sobre sus frustraciones.

Se realizó un seguimiento a 120 niños, predominantemente blancos, de 18 meses a 4 años de edad y midieron sus habilidades lingüísticas y su capacidad de manejar la frustración.

Una de las pruebas realizadas donde se evaluó la habilidad de los niños para controlar el enojo  y consistía en tener que esperar ocho minutos antes de abrir un regalo mientras sus madres rellenaban un formulario.

En esta situación los niños usaron diversas estrategias, como buscar apoyo ("Mamá, ¿ya has acabado?" o "Me pregunto qué será") y distraerse haciendo otras cosas, como contar en voz alta o inventar una historia.

Los investigadores hallaron que los niños que contaban con mejores habilidades lingüísticas cuando eran más pequeños y que aprendían a hablar más rápidamente expresaban menos enojo a los 4 años de edad que aquellos cuyas habilidades lingüísticas habían sido peores.

Mejores habilidades lingüísticas pueden ayudar a los niños a expresarse verbalmente, antes que usar las emociones, para comunicar sus necesidades y a usar su imaginación para distraerse con otras cosas a fin de soportar la frustración de la espera.

Artículo original:  Caroline K. P. Roben, Pamela M. Cole and Laura Marie Armstrong. Longitudinal Relations Among Language Skills, Anger Expression, and Regulatory Strategies in Early Childhood. Child Development, 20 DEC 2012 DOI  




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¿Cómo saber si estoy malcriando a mi hijo?

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Publicado en la comunidad Primer Bebé

 

En algún momento de la crianza de nuestros hijos podemos preguntarnos (o escucharemos a algún familiar decir) si estamos malcriando a nuestro hijo o nos dejamos manipular por él. Muy rara vez estos cuestionamientos suelen aparecer durante los primeros meses de vida del bebé, ya que por las características del ser humano, el bebé nace absolutamente desprotegido e incapaz de satisfacer sus necesidades por sí mismo. Sin embargo, los padres nos vemos, en muchas ocasiones, siendo el objeto de las críticas de amigos y familiares.

 

El equilibrio…

La puesta de límites es una tarea importante en la vida de los padres. No hay fórmulas secretas, ni reglas únicas a seguir. Las cosas no son blancas o negras. El equilibrio lo vamos a encontrar si podemos ser flexibles en algunas situaciones y estructurados en otras que así lo requieran.

 

Saber distinguir entre lo que el niño necesita y lo que el niño quiere.

¡Qué difícil hacer esta distinción en un niño cuando muchas veces somos los adultos los que no conocemos esta diferencia!

Partimos de la base de que un niño necesita cosas, y no siempre las demanda para manipularnos. Desarrollar el apego necesario para una buena crianza significa, invariablemente, que deberemos atender y responder a las necesidades del niño. Esto es muy diferente convertirse en un padre indulgente, que le da al niño absolutamente todo lo que pide, en cualquier momento o situación. Responder adecuadamente a las necesidades del bebé significa saber cuándo decir que sí y cuándo decir que no.

Cargar al bebé, prestarle atención cuando llora, darle de mamar cuando lo pide… nada de eso convierte a un bebé en un niño malcriado.

 

Saber cuándo decir sí y cuándo decir no: esa es la cuestión.

Esto es un factor que muchas veces preocupa a los padres. Si le digo que si, ¿lo estaré malcriando? Si le digo a todo que no, ¿qué le dejo hacer? Si desde pequeños, los niños aprenden que los padres estamos atentos a sus necesidades, desarrollarán la confianza necesaria para poder aceptar la frustración de los “no”, cuando pidan algo que no corresponda.

 

¿Cómo es un niño malcriado?

Un niño malcriado es un niño a quien le faltan límites, seguridad en sí mismo y a quien se le ha dado más de lo que se merecía.

Suelen ser rudos y demandantes con sus padres, familiares y pares, especialmente porque les cuesta compartir y seguir instrucciones. No responden a órdenes y pedidos, sino que son ellos quienes las imparten. Suelen tener rabietas y episodios de berrinches frecuentes.

 

¿Cómo son los padres de un niño malcriado?

  • Padres posesivos o temerosos, que usualmente controlan demasiado al niño, haciendo todo por él debido a sus propios miedos e inseguridades, haciendo que el niño se convierta en una persona dependiente. No toleran que el niño experimente algo de frustración, ni que se les dificulte un poquito la vida en ningún sentido.
  • Padres indulgentes o demasiado permisivos, que no pueden poner límites y reglas. Muchas veces refuerzan inconsistentemente a sus hijos con juguetes y otras cosas materiales, cuando no han hecho nada para ganarse dicho refuerzo.

 

Les dejamos estas preguntas para pensar:

¿Cómo estamos criando a nuestros hijos?

¿Qué tipo de adulto quiero que sea?

¿Cómo es mi estilo de crianza?

 

Lic. María Cecilia Veiga

ProMamás

 

Notas Importantes

¿Qué es un parto respetado?


Todas las actividades que se realizan en el marco de la Semana del Parto Respetado están vinculadas a la concientización acerca de los derechos de las mujeres a la hora de dar a luz, y la importancia de garantizar nacimientos seguros, naturales y durante los cuales la madre goce de absoluta libertad. El parto respetado es un parto donde la prioridad es la libertad de movimiento y postura, respetando la fisiología femenina dando el tiempo que necesite para el nacimiento.
Cuando hablamos de humanizar estamos hablando de la necesidad de devolverle al nacimiento su verdadero sentido, protagonizado por la mujer que pare, el hijo/a que nace y el hombre que acompaña, respetando los tiempos de la naturaleza que son distintos en cada mujer, y cuando los verdaderos protagonistas viven este momento con la entrega que se requiere, la intervención de las/os profesionales, será solo de acompañar sin intervenir.
Dar a Luz plenamente es posible si le devolvemos a la mujer la seguridad perdida, preparándola para un nacimiento en un lugar que ella escoja y que le de seguridad, rodeándola de un ambiente cálido, acompañada por las personas que forman su núcleo de amor y amistad y dejándola asumir la tarea de acuerdo a sus creencias y necesidades.
La institucionalización de los partos ha hecho que se sistematicen una serie de controles y procedimientos sobre la mujer y el bebé sin evaluar el estado de salud de cada individuo y sus necesidades particulares, transformándose en rutinas; que suelen ser molestas, dolorosas y potencialmente riesgosas aplicándose sin justificación científica por costumbre del equipo de salud o que sigue pautas que no han sido revisadas y actualizadas.
El proceso del trabajo de parto y nacimiento es diferente en cada mujer y cada bebé, es diferente en los aspectos tanto físicos como emocionales, diferente en su desarrollo temporal. Es necesario respetar el tiempo que cada mujer y cada bebé necesita para parir y nacer.
Fuente: Relacahupan
(Red Latinoamericana y del Caribe para la Humanización del Parto y Nacimiento)