Aumentar kilos de más en embarazo afectaría peso futuro de los hijos

Así lo sugiere un reciente estudio, según el cual las mujeres que aumentan muchos kilos durante la gestación elevarían el riesgo de sus hijos de volverse obesos en el futuro



Al observar datos de más de 10.000 pares de madres e hijos, investigadores de la University of Pennsylvania revelaron que los chicos cuyas madres habían aumentado de peso más de lo recomendado durante la gestación eran un 48 por ciento más propensos que los demás niños a tener sobrepeso a los 7 años.

En los Estados Unidos, el Instituto de Medicina (IOM por su sigla en inglés) recomienda que las mujeres de peso normal aumenten entre 11 y 15 kilos durante el embarazo. Las mujeres con sobrepeso antes de concebir tendrían que incrementar menos kilos (entre 6 y 11), mientras que aquellas futuras mamás por debajo de su peso normal deberían subir entre 12 y 18 kilos.

Los nuevos resultados sugieren que exceder esas recomendaciones aumentaría las posibilidades del niño de incrementar su peso en el futuro.

"Según estos resultados, alentar la alimentación sana y la actividad física aeróbica en las mujeres embarazadas para ayudarlas a cumplir con los lineamientos del IOM permitiría reducir la epidemia de obesidad infantil", señaló el doctor Brian Wrotniak, del Hospital de Niños de Filadelfia.

No obstante, los kilos aumentados durante la gestación no son todo. Wrotniak y sus colegas hallaron que los chicos de 7 años nacidos de madres obesas pero que cumplían con los lineamientos aún eran más propensos a tener sobrepeso que sus pares cuyas madres tenían peso normal pero engordaban demasiado durante el embarazo.

Por lo tanto, mantener un peso saludable antes y entre los embarazos debería ser también un objetivo, indicó el autor.

El equipo publicó los resultados del estudio en American Journal of Clinical Nutrition. Los hallazgos se basaron en datos de 10.266 mujeres norteamericanas que dieron a luz entre 1959 y 1965 y que participaban de un estudio que observaba los factores de riesgo de la parálisis cerebral.

Como parte del proyecto, las mujeres brindaron información sobre su peso previo al embarazo y lo midieron en el momento del parto. Sus hijos fueron seguidos hasta los 7 años.

En general, el equipo halló que las posibilidades de un niño de tener sobrepeso a los 7 años aumentaban un 3 por ciento por cada kilo que su madre había subido en el embarazo.

Los investigadores consideraron que el peso aumentado en exceso durante la gestación afectaría el desarrollo fetal de una forma que eleva el riesgo a largo plazo de obesidad infantil.

Notas Importantes

¿Qué es un parto respetado?


Todas las actividades que se realizan en el marco de la Semana del Parto Respetado están vinculadas a la concientización acerca de los derechos de las mujeres a la hora de dar a luz, y la importancia de garantizar nacimientos seguros, naturales y durante los cuales la madre goce de absoluta libertad. El parto respetado es un parto donde la prioridad es la libertad de movimiento y postura, respetando la fisiología femenina dando el tiempo que necesite para el nacimiento.
Cuando hablamos de humanizar estamos hablando de la necesidad de devolverle al nacimiento su verdadero sentido, protagonizado por la mujer que pare, el hijo/a que nace y el hombre que acompaña, respetando los tiempos de la naturaleza que son distintos en cada mujer, y cuando los verdaderos protagonistas viven este momento con la entrega que se requiere, la intervención de las/os profesionales, será solo de acompañar sin intervenir.
Dar a Luz plenamente es posible si le devolvemos a la mujer la seguridad perdida, preparándola para un nacimiento en un lugar que ella escoja y que le de seguridad, rodeándola de un ambiente cálido, acompañada por las personas que forman su núcleo de amor y amistad y dejándola asumir la tarea de acuerdo a sus creencias y necesidades.
La institucionalización de los partos ha hecho que se sistematicen una serie de controles y procedimientos sobre la mujer y el bebé sin evaluar el estado de salud de cada individuo y sus necesidades particulares, transformándose en rutinas; que suelen ser molestas, dolorosas y potencialmente riesgosas aplicándose sin justificación científica por costumbre del equipo de salud o que sigue pautas que no han sido revisadas y actualizadas.
El proceso del trabajo de parto y nacimiento es diferente en cada mujer y cada bebé, es diferente en los aspectos tanto físicos como emocionales, diferente en su desarrollo temporal. Es necesario respetar el tiempo que cada mujer y cada bebé necesita para parir y nacer.
Fuente: Relacahupan
(Red Latinoamericana y del Caribe para la Humanización del Parto y Nacimiento)