Delicioso para unas, empalagoso para otros: Arjona pasó por Mendoza
Nacho Gaffuri / MDZ
 
 
El astro romántico centroamericano venció a la llovizna y al frío: 25 mil almas lo aclamaron en el Malvinas Argentinas. Un tipo con oficio, carismático y que presentó un show comercial y potente desde lo visual. En la nota, todos los detalles, las mejores fotos y videos imperdibles con los mejores momentos del recital. ¡Hacé click!
Arjona continúa su gira por Argentina y le tocó el turno a Mendoza.

 

Ya llevó su tour por Estados Unidos (donde su Metamorfosis World Tour fue nombrado Top 3 en el "Hot Tours" 2012 de la Revista Billboard), México, Guatemala y El Salvador. Aún lo esperan las ciudades de Comodoro Rivadavia, Neuquén y Bahía Blanca. Hasta el día de hoy este tour ha sido visto por 400 mil personas en dos meses.


"Independiente" es la nueva producción del cantautor, disco que alcanzó el número uno en ventas. Su más reciente sencillo, "Fuiste Tú", se encuentra en el tope de las listas de radio en Estados Unidos y Latinoamérica.

 

Una previa nefasta. Las quejas en el estadio se escucharon desde temprano: confusión al momento de entrar, directivas y guías poco claras de los acomodadores y vigilantes de cada puesto de entrada, prepotencia y malos tratos de la gente de vigilancia y orden con los espectadores y con la prensa… Se notaba la ignorancia de muchos de los contratados –no sabían a dónde mandar a la gente y hubo personas que se dirigieron a varias puertas sin éxito, retardando el ingreso-. La organización fue mala y suplió el profesionalismo y la operatividad que se requiere en esos casos con mala onda, empujones y respuestas desubicadas.     

 

 

El comienzo. Exactamente a las 21:30 se iluminó el estadio e inició el show. "Vida" fue el tema que comenzó a escucharse, pero sin la presencia de Ricardo Arjona, sino con una mucama sexy dominando las tablas, y limpiando una escenografía que representaba el living-estar de una casa bien paqueta. 

 

Después del acting, se abrió la biblioteca de living en cuestión –ubicada en el centro de la escena- y salió el guatemalteco, cantando "Lo que está bien está mal" y haciendo delirar de amor a las mendocinas, que evidentemente, habían copado el Malvinas Argentinas.

 

En un principio, el número estimado de asistentes fue de 25 mil almas, en su mayoría féminas –aunque se vio a varios señores y jóvenes, que justificaron la presencia invocando el deber de acompañar a sus amadas a ver al ídolo-. Sin embargo, algunos comentaron que el número subió luego de la irrupción de varias personas –sobre todo en los sectores VIP- cuando se apagaron las luces, hecho que causó malestar y más desorden del ya reinante.

 

El cantante tomó rápidamente la guitarra e interpretó "Animal nocturno", canción que la da nombre a su cuarto álbum, que data del año 1993.

 

Desde un primer momento, el desenfado y el amor –casi hasta el desquicio, en algunos casos- se hizo sentir en forma de alaridos, gritos, piropos y propuestas absolutamente explícitas y sexuales. "Hay amores" fue la canción que continuó en la lista.

 

Creativas. "Tengo 40. Quiero ser tu señora de las 4 décadas, subimeee", rogaba uno de los carteles. "Mentira, no tiene 40. Yo sí. Subime. Te amo. Celeste", rezaba el cartel de la chica de al lado.

 

Primera frase. "El día en que me decidí por esta profesión fue el día en que me di cuenta que una frase dicha en palabras puede dar como resultado un bofetón, pero la misma frase cantada puede generar suspiros", dijo Arjona, y comenzó a recitar: "No es ninguna aberración sexual, pero me gusta verte andar en cueros…", y casi al momento comenzaron a sonar los acordes de "Desnuda".    

 

"Mendoza, buenas noches. Nosotros hoy estamos aquí para lo que ustedes quieran. ¿Están con tiempo o vienen con algo de prisa?", le preguntó Ricardo al público. "Estamos muy emocionados por volver a esta tierra. Buenas noches y bienvenidos", cerró en un corto saludo.

 

 

Llegó "Acompáñame a estar solo" y por primera vez el estadio entero se unió en un coro multitudinario. Sorprendió en el escenario la aparición de una sensual violinista con un escotado vestido rojo que quitaba el respiro.

 

Meloso, empalagoso, pegajoso. El lector juzgará si ese endulzamiento en exceso y la afectación y fanfarria romántica de muchos gestos y letras del cantante están buenos o no. Porque la realidad es que renegamos de lo cursi y del cliché, pero bien que en varios momentos de la vida nos gusta vivirlos.

 

Para introducir el tema "El amor", Ricardo se sentó en el suelo, cerquita del borde del escenario, y explicó que "hay mucha gente casi desesperada por encontrar al amor de su vida. En esos asuntos oscuros y raros, hay que hacer lo que pasa en los aviones: primero salvarse uno mismo, y luego al otro. Primero hay que quererse uno mismo, y luego buscar el amor de la vida. El amor es bonito, pero todos sabemos que ha venido a jorobarnos la existencia. Y uno, que es autor, lo que hace es hacer la lista de cosas que le produce el amor, y a la cual le hecha la culpa".

 

 

El escenario lentamente se transformó en una especie de teatro antiguo, en el que dominaban dos pantallas led en el centro, y dos en los laterales.

 

Un antiguo organillo, de esos que se solía ver en las calles a principios de siglo y sobre los cuales a veces bailaba un simpático monito, fue traído al centro del espacio. "Lo traigo por puro capricho mío", dijo. "La mayoría de los hombres abandonamos a la que más nos quiere, y nos quedamos con la que peor nos trata", aseguró Arjona, y al compás del peculiar instrumento cantó "Mi novia se me está poniendo vieja".

 

 

Sigue el furor. De manera sorprendente, absolutamente todo el escenario rotó en un giro de 180°, dejando la imagen de un bar y presagiando un grupo de canciones características del centroamericano.

 

Es así que "Historia de taxi" comenzó a sonar y nuevamente, el Malvinas cantó a toda voz. Nuevamente, e lucimiento de la morena violinista dominó el escenario. Simpática, histriónica y virtuosa, se llevó aplausos de todas.

 

"Dime que no" siguió en la lista, y ya fue hora de que las lágrimas de las chicas aparecieran. "Cuando" y "Como duele" completaron un pequeño medley súper romanticón.

 

Cuarentonas enardecidas. Llegó el momento de la lectura de carteles –más de uno sorprendió al artista por lo ingenioso o lo casi porno de su mensaje-, mientras Arjona decía que estaba "buscando a una señora de las cuatro décadas para cantarle".   

 

Sin embargo, el tema que sonó –junto a la llegada de la lluvia, que con el frío conspiraban sin éxito para bajar la calentura y excitación de las chicas menducas- fue "Pingüinos en la cama". Se trató solamente del introito para que suene la ya clásica y esperada canción, y mientras se escuchaba "Señora, no le quite años a su vida…" las fotos en blanco y negro de mujeres de 40, 50 y más pasaban en diapositivas.

 

 

Divertido y movidito. El momento siguiente, para contrarrestar tanta miel, se vino entre lo cómico y lo irónico. La escenografía trocó en una carpa circense, y el guatemalteco explicó que "esta etapa del show se trata de una especie de parodia a varias cosas de la vida, como por ejemplo, la terapia de pareja. Es que el terapista recomienda sentarse a hablar cuando hay problemas en la relación, y eso es absurdo: no hay nada peor que parlotear cuando se tienen problemas".

 

Por supuesto, la canción que siguió fue "Reconciliación", seguida de "Tarde" y un Arjona sentadito y acompañado solo del piano.

 

El mejor momento. Sin dudas, sucedió con la aparición en escena de Gaby Moreno, una de las nuevas estrellas de la música guatemalteca, para interpretar junto a Ricardo el dueto "Fuiste Tú". Hay que decir que Arjona tiene oficio y se banca perfectamente un recital, con un caudal de voz que no flaquea, y lo demostró en esta canción junto a Moreno. Se trató del punto más alto del recital, tanto en lo vocal como en lo emocional.

 

Se acerca el final. Un departamento de soltero. Un dormitorio muy sexy arriba, un minibar y un piano de cola en el living. Esa fue la nueva puesta en escena mientras el artista hablaba de una mujer al micrófono y decía que "ella tenía cintura pequeña y mente grande. ¡Qué peligro! Era mi compañera, pero nunca pude encontrar el brillo en sus ojos que mostrara que sentía algo por mí. Me dejó, y le compuse una canción luego de que la procesión terminase de pasar por dentro. Cuando la volví a encontrar, había escuchado el tema, y le brillaban los ojos". El tema en cuestión fue "Te conozco", y sonó dos veces: la primera, de la mano del público, que lo cantó a viva voz. La segunda vuelta, fue el turno de Arjona.

 

"Te quiero", "Si el norte fuera el sur" y "El problema" fueron las canciones que dieron paso al final del show: con el sonido del tic tac de un reloj llegó "Minutos" y el saludo del cantante, aplaudiendo el mismo a la gente. "¡Los voy a echar de menos!", gritó.

 

Como nadie se movía de sus asientos, llegó el obligatorio bis. Por supuesto, era predecible: "Mujeres" explotó en la voz de Arjona y de todas las chicas, y al nuevo saludo de "¡Mendoza, se los quiere! ¡Muchas gracias!", el centroamericano se despidió definitivamente.

 

 

No me gusta Arjona. No me gusta su música ni su intento de hacerse el poeta. Me parece cursi, indigesto, ordinario. Pero hay que reconocer que sabe dar un buen show. Se rodeó de excelentes músicos, montó un espectáculo ambicioso desde lo visual, y el tipo en escena tiene presencia y se la banca bien desde lo vocal.

 

No me gusta Arjona, y sin embargo yo mismo me sorprendí coreando un par de temas. Porque seamos sinceros, aunque lo critiquemos, todos nos sabemos aunque sea una parte de alguno de sus temas. Y entonces le encontré la vuelta: es popular, y canta sobre el tema más trillado pero el que más nos importa: el amor. ¿Se le puede negar a alguien el placer culposo de, alguna vez, empacharse con chocolate? ¿O de pasarse de tragos una noche y ponerse borrachín, disfrutando de la compañía de buenos amigos y un excelente vino?

 

Del mismo modo… ¿Es imperdonable que te gusten estas baladas asesinas de Ricardo Arjona? Son placeres culposos. No los critiquemos. Todos tenemos alguno. 

 

Federico Croce en Twitter: @FedericoCroce

 

Colaboración especial: Lorena Gallardo.

Notas Importantes

¿Qué es un parto respetado?


Todas las actividades que se realizan en el marco de la Semana del Parto Respetado están vinculadas a la concientización acerca de los derechos de las mujeres a la hora de dar a luz, y la importancia de garantizar nacimientos seguros, naturales y durante los cuales la madre goce de absoluta libertad. El parto respetado es un parto donde la prioridad es la libertad de movimiento y postura, respetando la fisiología femenina dando el tiempo que necesite para el nacimiento.
Cuando hablamos de humanizar estamos hablando de la necesidad de devolverle al nacimiento su verdadero sentido, protagonizado por la mujer que pare, el hijo/a que nace y el hombre que acompaña, respetando los tiempos de la naturaleza que son distintos en cada mujer, y cuando los verdaderos protagonistas viven este momento con la entrega que se requiere, la intervención de las/os profesionales, será solo de acompañar sin intervenir.
Dar a Luz plenamente es posible si le devolvemos a la mujer la seguridad perdida, preparándola para un nacimiento en un lugar que ella escoja y que le de seguridad, rodeándola de un ambiente cálido, acompañada por las personas que forman su núcleo de amor y amistad y dejándola asumir la tarea de acuerdo a sus creencias y necesidades.
La institucionalización de los partos ha hecho que se sistematicen una serie de controles y procedimientos sobre la mujer y el bebé sin evaluar el estado de salud de cada individuo y sus necesidades particulares, transformándose en rutinas; que suelen ser molestas, dolorosas y potencialmente riesgosas aplicándose sin justificación científica por costumbre del equipo de salud o que sigue pautas que no han sido revisadas y actualizadas.
El proceso del trabajo de parto y nacimiento es diferente en cada mujer y cada bebé, es diferente en los aspectos tanto físicos como emocionales, diferente en su desarrollo temporal. Es necesario respetar el tiempo que cada mujer y cada bebé necesita para parir y nacer.
Fuente: Relacahupan
(Red Latinoamericana y del Caribe para la Humanización del Parto y Nacimiento)