miércoles, 6 de enero de 2010

¿Es importante la posición del útero?


El útero, o matriz, se compone de dos partes: el cuello y el cuerpo. Visto de lado, la relación que guarde el cuello del útero con la vagina, por un lado, y con el cuerpo uterino, por otro, va a dar lugar a dos términos que son: 
Versión: es el ángulo que forma el cuello uterino con la vagina, de forma que si es hacia delante o hacia atrás hablamos de anteversión o retroversión, respectivamente. 
Flexión: sería el angulo que forman el cuello y el cuerpo uterino, y hablaríamos de ante o retroversión.
Si, por el contrario, vagina, cuello y cuerpo están alineados, se denomina posición indiferente
La mayoría de las veces el útero está en anteversoflexión, mientras un ocho por ciento de las mujeres presentan el útero en retroversoflexión. Esta circunstancia, que antaño se asoció a infertilidad o a problemas en el embarazo, hoy sabemos que es tan normal como ser zurdo (aunque la mayoría de la gente sea diestra). Por otro lado, si viéramos el útero de frente lo podríamos encontrar centrado en la pelvis o lateralizado (a la derecha o a la izquierda). 
Lo más frecuente, por tanto, es tener el útero en anteversoflexión y centrado y todas las demás posiciones se denominan, mal llamadas,  'malposiciones uterinas'. Esta denominación, fruto de una errónea identificación entre lo que es infrecuente y lo que es 'anormal' o patológico, lleva a muchas interpretaciones equivocadas. Algunas teorías incluso llegan a considerar estas variaciones de la 'normalidad' en la posición del útero como responsable de gran cantidad de síntomas de todo tipo e intentan corregirla mediante ejercicios y masajes. Igualmente, a principios del siglo pasado, algunos cirujanos intentaron modificarlas quirúrgicamente con una intervención denominada ventrosuspensión o histeropexia; con el tiempo se ha demostrado no sólo su inutilidad sino la aparición de secuelas tras la cirugía.
Existe una excepción: las 'malposiciones' uterinas sólo se relacionan con esterilidad si el útero está forzadamente inmovilizado en esa posición por las cicatrices y adherencias secundarias a una enfermedad inflamatoria pélvica o una endometriosis, ambas enfermedades reconocidas como causa de esterilidad. Sólo entonces puede tener algún sentido corregir quirúrgicamente la situación forzada del útero como parte de un tratamiento quirúrgico más amplio.

Notas Importantes

¿Qué es un parto respetado?


Todas las actividades que se realizan en el marco de la Semana del Parto Respetado están vinculadas a la concientización acerca de los derechos de las mujeres a la hora de dar a luz, y la importancia de garantizar nacimientos seguros, naturales y durante los cuales la madre goce de absoluta libertad. El parto respetado es un parto donde la prioridad es la libertad de movimiento y postura, respetando la fisiología femenina dando el tiempo que necesite para el nacimiento.
Cuando hablamos de humanizar estamos hablando de la necesidad de devolverle al nacimiento su verdadero sentido, protagonizado por la mujer que pare, el hijo/a que nace y el hombre que acompaña, respetando los tiempos de la naturaleza que son distintos en cada mujer, y cuando los verdaderos protagonistas viven este momento con la entrega que se requiere, la intervención de las/os profesionales, será solo de acompañar sin intervenir.
Dar a Luz plenamente es posible si le devolvemos a la mujer la seguridad perdida, preparándola para un nacimiento en un lugar que ella escoja y que le de seguridad, rodeándola de un ambiente cálido, acompañada por las personas que forman su núcleo de amor y amistad y dejándola asumir la tarea de acuerdo a sus creencias y necesidades.
La institucionalización de los partos ha hecho que se sistematicen una serie de controles y procedimientos sobre la mujer y el bebé sin evaluar el estado de salud de cada individuo y sus necesidades particulares, transformándose en rutinas; que suelen ser molestas, dolorosas y potencialmente riesgosas aplicándose sin justificación científica por costumbre del equipo de salud o que sigue pautas que no han sido revisadas y actualizadas.
El proceso del trabajo de parto y nacimiento es diferente en cada mujer y cada bebé, es diferente en los aspectos tanto físicos como emocionales, diferente en su desarrollo temporal. Es necesario respetar el tiempo que cada mujer y cada bebé necesita para parir y nacer.
Fuente: Relacahupan
(Red Latinoamericana y del Caribe para la Humanización del Parto y Nacimiento)