os profesionales de la salud están de acuerdo en que no hay nada mejor para los bebés que la leche materna, le brinda seguridad y cercanía y le ayuda a estrechar sus lazos afectivos.
Aunque la lactancia es fácil y natural, requiere de tiempo, motivación y algunas instrucciones

Ensayá las siguientes posiciones para lactar hasta encontrar aquella que sea más cómoda para vos y
tu bebé.

Sostén de agarre, éste es el sostén más fácil de usar porque así tenés una buena vista del agarre de tu bebé y podés controlar la posición de su cabeza. También es buena para bebés pequeños o prematuros, o múltiples, o si te sometiste a una cesárea.

Sostén de abrazo y sostén de abrazo cruzado, ésta es la posición más común.

Descansá la cabeza del bebé sobre el pliegue del codo, sosteniendo su colita con tu mano. La cabeza del bebé no debe estar volteada o torcida y su torso debe mirar el tuyo, estómago contra estómago. Asegurate que la cabeza del bebé se encuentre a la altura de tus senos.
Ayudá a sostener el cuerpo del bebé y tu brazo con almohadas.

Para la posición de agarre cruzado, colocá al bebé de la misma manera como lo hiciste para el sostén de agarre, pero utilizá el brazo opuesto con el fin de que pueda apoyar su cuello en tu mano y su cuerpo en tu antebrazo.

Sostén lateral, esta posición puede ser útil para la alimentación nocturna después del parto y luego de una cesárea. Acostate de lado colocando sobre almohadas tu pierna superior y doblando la rodilla.
Acostá a tu bebé sobre tu lado, frente a tu seno inferior. Utilizá tu brazo inferior para mantener al bebé en posición frente al seno.
Utilizá almohadas para apoyar su espalda, cabeza y el brazo que sostiene a tu bebé.

Luego del nacimiento del bebé, tu cuerpo producirá leche en respuesta a la correcta succión que realice. El proceso comienza cuando el bebé logra un buen agarre de la areola (el área oscura alrededor de
los pezones).

Tocá suavemente los labios del bebé con tu pezón hasta que responda abriendo su boca y extendiendo la lengua.

Utilizá la palma de tu mano para elevar tu seno, sosteniéndolo bien detrás del área del pezón de tal manera que el mismo se encuentre en dirección al frente y ligeramente alzado. La boca de tu bebé debería estar agarrando la mayor área posible de la areola. La nariz y mentón del bebé deberán estar tocando tu seno.

Una vez que el bebé termine de alimentarse con un seno, interrumpí la succión introduciendo suavemente tu dedo meñique en la esquina de la boca y retirá el seno suavemente (esto no le dolerá).

 


La succión del bebé estimulará tu reflejo de "bajada de la leche", liberando una hormona llamada oxitocina, la cual impulsa las glándulas lácteas a liberar leche.

Es probable que tome tan sólo algunos segundos o minutos para que tu leche "baje", pero la mejor forma de saber si lo ha hecho es escuchando el sonido de tu bebé cuando está tragando la leche.

Sentirás una sensación de hormigueo, es probable que se te contraiga el útero o que se filtre leche del otro seno. Estas son señales normales de que todo está bien y que estás liberando leche.

Al comienzo, tu bebé probablemente querrá alimentarse de 8 a 12 veces al día. Durante las primeras semanas es mejor alimentarlo por "intuición", cuando se lama los labios o succione sus dedos.

Permití que el bebé se alimente durante el tiempo suficiente o que vacíe el seno, generalmente tarda de 20 a 30 minutos. Luego sacale los gases antes de pasar al otro seno. No siempre querrá tomar leche de ambos.


Podrás saber qué tanto está "entrando" al observar lo que está "saliendo" en el pañal. Los bebés amamantados generalmente hacen la digestión después de cada alimentación, luego de 3-4 días el color y consistencia variarán. Los bebés lactados generalmente tienen deposiciones de color amarillo, de consistencia granulosa. Los bebés alimentados con fórmula generalmente presentan menos deposiciones. Sin embargo, si se presentan deposiciones color gris/blanco o con hemorragia consulte inmediatamente al médico. Los recién nacidos por lo general orinan alrededor de 5-8 veces al día.

Tené cuidado con las infecciones en los senos, los síntomas incluyen fiebre, nudos dolorosos y enrojecimiento en el seno y requieren de atención médica inmediata. Asegurate de continuar lactando. Si dejas de amamantar, es probable que la infección empeore. Tu leche no le produce daño
al bebé.


Evitá la hinchazón de los senos, para aliviarla, alimentá al bebé tantas veces como sea posible hasta que desaparezca la hinchazón. Extraé leche regularmente. Mientras tanto, podés tomar un analgésico, aplicar paños calientes y húmedos a los senos antes de darle de lactar, y usar compresas frías luego de alimentar al bebé para aliviar el dolor.

Aplicá en tus pezones un poco de leche y dejalos que sequen al aire.

Usá un corpiño especial de lactancia que ofrezca buen apoyo pero no que sea muy ajustado.

Usá protectores de lactancia para prevenir que la ropa se humedezca.


Notas Importantes

¿Qué es un parto respetado?


Todas las actividades que se realizan en el marco de la Semana del Parto Respetado están vinculadas a la concientización acerca de los derechos de las mujeres a la hora de dar a luz, y la importancia de garantizar nacimientos seguros, naturales y durante los cuales la madre goce de absoluta libertad. El parto respetado es un parto donde la prioridad es la libertad de movimiento y postura, respetando la fisiología femenina dando el tiempo que necesite para el nacimiento.
Cuando hablamos de humanizar estamos hablando de la necesidad de devolverle al nacimiento su verdadero sentido, protagonizado por la mujer que pare, el hijo/a que nace y el hombre que acompaña, respetando los tiempos de la naturaleza que son distintos en cada mujer, y cuando los verdaderos protagonistas viven este momento con la entrega que se requiere, la intervención de las/os profesionales, será solo de acompañar sin intervenir.
Dar a Luz plenamente es posible si le devolvemos a la mujer la seguridad perdida, preparándola para un nacimiento en un lugar que ella escoja y que le de seguridad, rodeándola de un ambiente cálido, acompañada por las personas que forman su núcleo de amor y amistad y dejándola asumir la tarea de acuerdo a sus creencias y necesidades.
La institucionalización de los partos ha hecho que se sistematicen una serie de controles y procedimientos sobre la mujer y el bebé sin evaluar el estado de salud de cada individuo y sus necesidades particulares, transformándose en rutinas; que suelen ser molestas, dolorosas y potencialmente riesgosas aplicándose sin justificación científica por costumbre del equipo de salud o que sigue pautas que no han sido revisadas y actualizadas.
El proceso del trabajo de parto y nacimiento es diferente en cada mujer y cada bebé, es diferente en los aspectos tanto físicos como emocionales, diferente en su desarrollo temporal. Es necesario respetar el tiempo que cada mujer y cada bebé necesita para parir y nacer.
Fuente: Relacahupan
(Red Latinoamericana y del Caribe para la Humanización del Parto y Nacimiento)