Al agua pato!!!!!

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Son muchas las inquietudes, las dudas, y las preguntas que las mamás y los papás se hacen cuando tienen que bañar a su bebé por primera vez. Normalmente se sienten inseguros y ansiosos, y con algo de miedo, principalmente cuando son padres primerizos, y tienen que bañar a su bebé. Se preguntan cómo deben sujetarlo, manejarlo, y qué cuidados deben tener. Muchos dudan de cómo lavar las orejitas, cuál es la temperatura ideal del agua, y de muchos otros detalles. Pero, tranquilos, son dudas normales, compartidas por muchísimos padres. El bebé necesita de dos o tres baños semanales en las temporadas más frías. En las épocas más calurosas, podrás bañarlo con más frecuencia.

Qué necesitarás para el baño del bebé

La mejor forma para adquirir seguridad es organizarse. Y para eso nada mejor que reunir y tener a mano todo lo que necesitas para bañar a tu bebé. Para bañar a un bebé pequeñito es necesario: jabón neutro, toalla de algodón, peine o cepillo, ropa limpia, champú adecuado para los bebés, pañales, una bañera (móvil o fija), y una esponja (opcional).

Cómo empezar el baño del bebé

Cuando tengas todo el material necesario, lávate las manos, y en seguida cierra bien la puerta y la ventana de la habitación donde bañarás al bebé, para evitar corrientes de aire. Y siga pasos:

1- Comprueba de que la bañera está limpia. Llena la bañera con agua tibia. Utiliza el codo o la parte interior de la muñera para comprobar que la temperatura es apropiada. Puedes utilizar un termómetro de baño. El agua no debe superar dos 30 grados centígrados.
2- Desnuda al bebé, límpiele la zona del pañal, y envuélvalo en una toalla.
3- Límpiale la carita y las orejas con un trocito de algodón húmedo.
4- Sostenga al bebé con su brazo derecho, del mismo modo como si llevaras una pelota, inclínelo sobre la bañera, y con la mano izquierda, y lávele la cabeza con el mínimo de champú. Enjuague bien y seque para cepillar después.
5- Lavada la cabeza, sostenga los hombros del bebé con una mano, introduciendo los dedos por debajo del sobaco y sosteniéndole das piernas o el trasero con la otra mano. Es importante no dejar de sonreírle y hablarle mientras lo manejas.
6- Introduzca al bebé en el agua. Mantenga una mano por debajo de los sus hombros, de modo que tenga los hombros y la cabeza fuera del agua, y utilice la otra mano libre para lavarlo.
7- Con o sin esponja, lave, enjuague, y seque de arriba abajo. Primero el pecho, los brazos, las manos, hasta las piernas y los pies.
8- Gire al bebé para lavar la espalda y el trasero.
9- Una vez que esté limpio y enjuagado, levántelo con suavidad y cúbralo con una toalla.
10- Séquelo bien, y lo envuelvas para darle calor.

Bañar a un bebé recién nacido

A un bebé recién nacido, lo ideal es darle un baño seco, sin inmersión en el agua, en los primeros días. Antes de desnudar al bebé, se limpia su cabecita con una esponja suave y humedecida con agua tibia. Con un algodón también humedecido en agua tibia, y algo de jabón, se limpia los ojitos, la nariz, la carita y las orejas, y luego todo el cuerpo. En seguida se enjuaga todo con una toalla suave, sin frotar. Séquelo y póngale su ropita limpia. Es importante que revises el cordón y el área del ombligo. Si supura, tiene un color rojizo o mal olor, comenta con el pediatra. El cordón se limpia con agua y jabón. Y se seca muy bien.

Consejos y recomendaciones importantes para bañar a un bebé recién nacido

Existen algunos cuidados especiales que debemos considerar durante el baño del bebé:
1- Nunca deje solo al bebé durante el baño. En el caso de que surja alguna urgencia, llévatelo contigo.
2- No es recomendable la utilización de talcos, colonias, etc., principalmente en los primeros meses. Pueden desencadenar alergias.
3- La altura de la bañera debe ser adecuada a la altura de la persona que está bañando al bebé. Lave siempre la bañera antes y después de su utilización.
4- Asegúrate de secar bien todos los pliegues de la piel, especialmente debajo del mentón, detrás de las orejas, y el área del pañal.
5- Aprovecha la hora del baño para revisar a tu bebé para descartar erupciones, inflamaciones u otros problemas. Observa si presenta costra láctea en la cabeza.
6- No te desanimes si tu bebé llora mucho en los primeros baños. El desconocido seguramente le asustará. Con el tiempo él se acostumbrará, y llegará a disfrutar de este momento de placer. Y sus papás también.

¿Sabes que el momento del baño del bebé es el momento ideal para que le abraces y le des mimitos?

Al principio puede que el baño le cause algo de inquietud y que este nervioso, pero muy pronto comprobaras que le empieza gustar, y que disfruta mucho de su baño.

Debes tener todo preparado antes de comenzar con el baño, para no tener que interrumpirlo. Utiliza agua templada y si a lo largo del baño es necesario añade agua caliente.

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Cada parte del cuerpo del bebé requiere un cuidado especial y diferente, a continuación te lo explicamos un poquito:

LOS OJOS: debes lavárselos con mucha suavidad con una gasa nueva para cada ojo y empapada en agua y suero fisiológico a temperatura agradable. Debes saber que los recién nacidos no cierran los ojos instintivamente por lo que los productos del baño deben ser inocuos para evitar el escozor.

LA CARA: utiliza una toalla o una manopla suave de algodón mojada solamente en agua a temperatura agradable para el pequeño, límpiale bien por toda la cara y con especial atención a la parte de atrás de las orejitas y a los pliegues del cuello. Siempre se debe hacer desde el centro hacia a fuera. Debes secarlo con cuidado pero bien para que no le produzca escozor.

EL PELO: coloca tu brazo bajo su espalda y tu mano en la base del cuello, con la otra mano que te queda libre aplícale con cuidado agua, y añade una pequeña cantidad de champú, debes tener en cuenta que tiene que ser inocuo para que no le escuezan los ojitos si le entra alguna gotita. Practica un suave masaje por toda su cabeza y acláralo bien con agua para eliminar el champú, sécalo con suavidad.

EL CUERPO: lava el cuerpo del bebé usando un jabón liquido especial para niños, frótale con tu mano o con una manopla de algodón por todo el cuerpo, no olvides sus manitas que las debe tener siempre limpias por si se las lleva a la boca, aclaro con agua para quitar los restos de jabón y sécalo muy bien pero con suavidad, presta especial atención a los pliegues de su cuerpo para que no se le irrite la piel. Su piel es mucho más fina que la de los adultos, por ello debes aplicarle por todo el cuerpo una loción hidratante específica para bebés.

LA ZONA DEL PAÑAL: esta parte del cuerpo es especialmente sensible por escoceduras e irritaciones, para ello hay que cambiar los pañales con frecuencia y lavar bien con agua y jabón liquido suave toda la parte del pañal, también puedes utilizar toallitas húmedas especiales para bebés. Sécalo con cuidado para no irritarle, para terminar aplica una fina capa de crema en los pliegues de la piel para así evitar rozaduras por el pañal.

EL OMBLIGUILLO: esta zona es bastante sensible por ello debes tener siempre las manos limpias a la hora de lavárselo, debes hacerlo con una gasa empapada en agua y jabón y frotarle con cuidado, luego sécaselo muy bien con suavidad, evita cubrirlo con el pañal para evitar rozaduras.

Notas Importantes

¿Qué es un parto respetado?


Todas las actividades que se realizan en el marco de la Semana del Parto Respetado están vinculadas a la concientización acerca de los derechos de las mujeres a la hora de dar a luz, y la importancia de garantizar nacimientos seguros, naturales y durante los cuales la madre goce de absoluta libertad. El parto respetado es un parto donde la prioridad es la libertad de movimiento y postura, respetando la fisiología femenina dando el tiempo que necesite para el nacimiento.
Cuando hablamos de humanizar estamos hablando de la necesidad de devolverle al nacimiento su verdadero sentido, protagonizado por la mujer que pare, el hijo/a que nace y el hombre que acompaña, respetando los tiempos de la naturaleza que son distintos en cada mujer, y cuando los verdaderos protagonistas viven este momento con la entrega que se requiere, la intervención de las/os profesionales, será solo de acompañar sin intervenir.
Dar a Luz plenamente es posible si le devolvemos a la mujer la seguridad perdida, preparándola para un nacimiento en un lugar que ella escoja y que le de seguridad, rodeándola de un ambiente cálido, acompañada por las personas que forman su núcleo de amor y amistad y dejándola asumir la tarea de acuerdo a sus creencias y necesidades.
La institucionalización de los partos ha hecho que se sistematicen una serie de controles y procedimientos sobre la mujer y el bebé sin evaluar el estado de salud de cada individuo y sus necesidades particulares, transformándose en rutinas; que suelen ser molestas, dolorosas y potencialmente riesgosas aplicándose sin justificación científica por costumbre del equipo de salud o que sigue pautas que no han sido revisadas y actualizadas.
El proceso del trabajo de parto y nacimiento es diferente en cada mujer y cada bebé, es diferente en los aspectos tanto físicos como emocionales, diferente en su desarrollo temporal. Es necesario respetar el tiempo que cada mujer y cada bebé necesita para parir y nacer.
Fuente: Relacahupan
(Red Latinoamericana y del Caribe para la Humanización del Parto y Nacimiento)