Provocar el parto de forma natural

| 12 de mayo de 2009Categorías: Parto y Postparto

provocar parto de forma natural

Muchas veces los más “peques” no tienen ninguna prisa en salir, y tras haber salido de cuentas la ansiedad de la madre comienza a intensificarse.

Si la cosa se alarga más de la cuenta es bastante probable que el médico indique la necesidad deprovocar el parto, sin embargo, también existen fórmulas que pueden ayudar a provocar el parto de forma natural y que nuestro bebé finalmente se decida a enfrentarse a su nueva vida.

Lo que si queremos dejar claro es que cualquiera de los consejos que os vamos a ofrecer a continuación deben ser consultados previamente con el médico que se encarga de vigilar nuestro embarazo.

Remedios simples y caseros

Existen algunas como el té de hoja de frambuesa, que pueden inducir el parto. No las tomes sin consultar con el especialista, ya que podrían tener efectos muy dañinos sobre el feto. En ocasiones, las contracciones que provocan estas hierbas son muy fuertes y podría repercutir sobre el ritmo cardiaco del bebé.

También debes tener en cuenta, que las hierbas no están sometidas a ninguna vigilancia sanitaria con lo que, aunque en un frasco de píldoras hechas con hierbas aparezca que una cápsula contiene 70 mg, no existiría ninguna forma de comprobarlo.

Hacer el amor con tu pareja también puede ser un modo natural de provocar el parto, ya que el acto sexual funciona de dos maneras: en primer lugar, puede estimular la producción de oxitocina – la hormona que provoca el parto- lo que aumentará la frecuencia de las contracciones.

En segundo lugar, el semen contiene unas sustancias conocidas como prostaglandinas, que ayudan a la maduración del cuello del útero, para que esté preparado a la hora de dilatarse cuando se inicien las contracciones del parto.

Estimular la producción de oxitocina

En el caso de que ya hayas roto aguas evita las relaciones sexuales, ya que puede aumentar el riesgo de infecciones.

Estimular los pezones también libera oxitocina y puede echarnos una mano a la hora de comenzar el trabajo de parto. Seguramente sólo será efectivo si el cuello del útero está lo suficientemente maduro y preparado para dilatarse.

Algunos expertos aseguran que no es una buena idea realizar esta estimulación sin una supervisión médica, ya que puede causar contracciones prolongadas, que lleguen a afectar al ritmo cardiaco del bebé.

Dar paseos también puede ayudar, ya que parece que la presión de la cabeza del bebé contra el cuello del útero provoca la creación de oxitocina. Si el bebé aún no está colocado en la pelvis o todavía está muy arriba, los paseos pueden ayudarle a ponerse en una mejor posición, y elevar así las posibilidades de parto natural.

Notas Importantes

¿Qué es un parto respetado?


Todas las actividades que se realizan en el marco de la Semana del Parto Respetado están vinculadas a la concientización acerca de los derechos de las mujeres a la hora de dar a luz, y la importancia de garantizar nacimientos seguros, naturales y durante los cuales la madre goce de absoluta libertad. El parto respetado es un parto donde la prioridad es la libertad de movimiento y postura, respetando la fisiología femenina dando el tiempo que necesite para el nacimiento.
Cuando hablamos de humanizar estamos hablando de la necesidad de devolverle al nacimiento su verdadero sentido, protagonizado por la mujer que pare, el hijo/a que nace y el hombre que acompaña, respetando los tiempos de la naturaleza que son distintos en cada mujer, y cuando los verdaderos protagonistas viven este momento con la entrega que se requiere, la intervención de las/os profesionales, será solo de acompañar sin intervenir.
Dar a Luz plenamente es posible si le devolvemos a la mujer la seguridad perdida, preparándola para un nacimiento en un lugar que ella escoja y que le de seguridad, rodeándola de un ambiente cálido, acompañada por las personas que forman su núcleo de amor y amistad y dejándola asumir la tarea de acuerdo a sus creencias y necesidades.
La institucionalización de los partos ha hecho que se sistematicen una serie de controles y procedimientos sobre la mujer y el bebé sin evaluar el estado de salud de cada individuo y sus necesidades particulares, transformándose en rutinas; que suelen ser molestas, dolorosas y potencialmente riesgosas aplicándose sin justificación científica por costumbre del equipo de salud o que sigue pautas que no han sido revisadas y actualizadas.
El proceso del trabajo de parto y nacimiento es diferente en cada mujer y cada bebé, es diferente en los aspectos tanto físicos como emocionales, diferente en su desarrollo temporal. Es necesario respetar el tiempo que cada mujer y cada bebé necesita para parir y nacer.
Fuente: Relacahupan
(Red Latinoamericana y del Caribe para la Humanización del Parto y Nacimiento)